El cosmos creativo de la quintaesencia de la belleza estadunidense, Taylor Swift, comenzó sus presentaciones en la Ciudad de México, provocando movimientos telúricos con epicentro en el Foro Sol, atestado por 58 mil swifties, como se les conoce a sus seguidores que llegaron a The Eras Tour.
Por todos los rincones del inmueble se respiraba un ambiente festivo, la alegría del público vistiendo las prendas emblemáticas de Swift como sombrero, pulseras, vestidos dorados, plateados, rosas, minifaldas luminosas y leotardos, a pesar del frío y la amenaza de lluvia.
Taylor apareció en leotardo y botas hasta la rodilla de color plata, se dirigió a su público y expresó: “ustedes me hacen sentir poderosa”.
La ovación alcanzó niveles que podrían haber causado un daño auditivo. Aparecieron las pulseras luminosas que se distribuyeron alpúblico en las entradas del inmueble y también las pantallas de los celulares para atesorar la primera vez de la rubia en la CDMX.
El universo musical de Swift comenzó a expandirse desde el country hasta el pop bien producido, y se dejó sentir con todo su poder en todos los rincones del recinto, con referencias a la literatura y la poesía inglesa, como la de Emily Dickinson, Scott Fitzgerald, Lewis Carroll y William Shakespeare, en temas como Miss America, Cruel Summer, The Man y Lover.
La rubia volvió a interpelar al público: “era un sueño tocar en México. Ustedes son sorprendentes”, lo que puso al respetable al borde de la locura.
Llegaron hasta de Centroamérica
Los fanáticos llegaron de diferentes puntos de la República como Chihuahua, Monterrey y Guadalajara, así como del El Salvador. “No importa cuánto costó el boleto, lo compré en la reventa. Todo por ver a la reina”.
Taylor Swift se paseó por todo el escenario e incluso hubo una pasarela de unos 50 metros coronada por un redondel, la intéprete se acercó a su público, lo que emocionó hasta la locura a los afortunados que estaban situados alrededor.
El concierto transcurrió y llegaron temas en los que Taylor explora el feminismo e interpretó The Man, Anti-Hero y The One.
Llegaron los cambios de vestuario y la cantante apareció envuelta en una capa estilo verso para interpretar Willow; después salió con un vestido mostaza y volvió a surcar la pasarela mientras en las pantallas se observaba la imagen de un bosque bajo la niebla.
La rubia, al darse cuenta de que todo el Foro Sol gritaba ¡Taylor, Taylor!, se posó sobre el piano. Realmente se veía hechizada por el público mexicano, quizá nunca la habían aclamado tanto ni tanfuerte.
También se dio tiempo para interpretar temas de su más reciente disco, Midnights; llegó Champagne Problems y afirmó: “esta canción no había tenido oportunidad de interpretarla, siempre he tenido una gran conexión con el público y me gusta que coreen todos mis temas”. Taylor no pudo más y se le salieron las lágrimas, dibujó un corazón en el aire y lo lanzó a los seguidores. “Los amo mucho, muchas gracias, son increíbles”, alcanzó a decir después de contemplar por algunos instantes al público rendido ante ella.
Un concierto de 44 canciones resultó insuficiente para los fanáticos, pues de los artista colosales la gente siempre quiere más.
La experiencia de The Eras Tour de Taylor Swift se repetirá tres veces más: hoy, sábado y domingo.
Ambiente festivo fuera del recinto
Ana Mónica Rodríguez
El furor por Taylor Swift se evidenció en el delirio festivo de los swifties, que llegaron desde muy temprana hora, y algunos se quedaron a dormir desde la víspera, en las inmediaciones del Foro Sol y ser testigos “del gran día, del concierto del siglo”, en la primera de cuatro fechas de The Eras Tour.
“Por fin se cumple un sueño que costó dinero, tiempo y una que otra envidia”, dijo una joven ataviada con minifalda, chaqueta, botas y sombrero en color rosa brillante.
Hacia mediodía, el público, ya derrochaba entusiasmo y se dedicó a recorrer las numerosas carpas colocadas cerca de la entrada 6, donde pudo hallar desde playeras, sudaderas, chamarras de mezclilla bordadas, gafas (en forma de corazón), gorras, sombreros, coloridas pulseras (bordadas o luminosas) y pósteres, todos con la imagen, logotipo o nombre de Taylor Swift.
El ambiente era familiar, de amigos, de camaradería, paseaban entre las carpas que ofrecían los souvenirs no oficiales de la intérprete de Blank Space: playeras y sudaderas en alrededor de 350 pesos, y chamarras 600.
En las banquetas, en Río Churubusco, otros vendedores informales ofrecían las playeras y los impermeables a 100 pesos.
También se vendían prendas de la marca oficial como playeras a 700 pesos, playera manga larga 800, camiseta 700, sudaderas de mil 500 y 2 mil 500, pulsera mil 200, tote bag 600, canvas mil y póster 400.
Además, hubo tamales dedicados a la estrella estadunidense, así como bebidas para refrescar la espera, y tacos, hamburguesas y hotdogs.
La tarde de ayer estaba tranquila. Elementos de seguridad de Ocesa y de la Secretaría de Seguridad Ciudadana montaron dispositivos pasada la una de la tarde en los alrededores del recinto. El tráfico era denso en Viaducto, Añil yChurubusco.
A esa hora, los que eran parte de la selecta área VIP fueron ingresando; mientras los demás debían esperar hasta pasadas las 16 horas para acceder al inmueble. La ventaja es que había donde distraerse, porque entre los largos caminos que unen al autódromo y al Foro Sol se colocaron módulos con la imagen de la cantante, ideales para capturar las infaltables selfis.
Los estacionamientos ubicados alrededor del recinto, antes de las dos de la tarde estuvieron muy concurridos, a pesar de los 250 pesos y de una propina de 100 adicionales si se buscaba dejar el carro en un lugar más cercano a las puertas.
Si TicketMaster recurrió al registro Verified Fan para la venta de boletos, en los accesos al inmueble también se invitó a continuar con lo que marca la diferencia: “Haz tu check in” y luego continúen “con el acceso VIP Experience”.
La lluvia comenzó a caer alrededor de las cinco de la tarde, pero los fans no desistieron. “Decreta que es pasajera”, dijo un joven a su amiga, mientras un helicóptero recorría el cielo en torno al inmueble de Iztacalco que vibrará cuatro noches con The Eras Tour.
Una de las fanáticas reseñó en redes sociales: “Vuelos aterrizando con música de Taylor Swift, autobuses swifties en Reforma, horario de Metro ampliado, medios de comunicación cubriendo los conciertos… Es el mundo de Taylor Swift, nosotros sólo vivimos en él”.