“Los medios me han convertido en un monstruo”, dijo el actor Kevin Spacey al comentar cómo la prensa amarillista británica y de Estados Unidos lo condenaban antes que la justicia institucional. Se refería a la acusación que presentó el actor Anthony Rapp en 2020, en una corte de Nueva York, contra el protagonista de Belleza americana por un presunto abuso sexual cometido en 1986.
A partir de esa acusación se denunciaron otros casos de supuesto abuso sexual de Spacey en Estados Unidos e Inglaterra. Él estaba en la cumbre de la popularidad como protagonista de la aclamada serie House of Cards, pero en unos cuantos días todo se le derrumbó. Lo despidieron de dicha serie y tuvo que pagar 33 millones de dólares a los productores de la misma. También lo borraron digitalmente de la película Todo el dinero del mundo, en la que interpretaba al magnate J. Paul Getty. Spacey hizo entonces pública su homosexualidad y dijo que la ocultó por temor a un padre “supremacista blanco”, “neonazi” y homofóbico.
Dos años después, un jurado lo exculpó por unanimidad al comprobarse, entre otras cosas, inconsistencias en los hechos que narró Rapp, entonces menor de edad; se demostró que no fue tocado por Spasey, como aseguraba. Otras denuncias quedaron sin efecto en Estados Unidos.
Este año enfrentó otro juicio en el tribunal londinense de Southwark. Varios jóvenes lo acusaron de agresión indecente y/o sexual, supuestamente cometida por Spacey entre 2004 y 2013 en varios lugares de Inglaterra, y un hombre mayor aseguró que lo drogó para mantener relaciones sexuales con él mientras dormía.
Durante el juicio, el más mediático de la era del MeToo en el Reino Unido, el actor fue presentado como un acosador sexual que se aprovechó de su poder para agredir a hombres jóvenes, sobre todo cuando dirigía el famoso teatro Old Vic.
El mes pasado, el jurado londinense lo declaró no culpable. En el juicio se demostró que las acusaciones obedecían a intereses económicos.
Kevin Spacey anunció su deseo de volver al mundo fílmico y teatral. No con Netflix, que mal terminó la serie House of Cards. Tampoco ahora, con la huelga de escritores y actores contra los magnates del cine de Hollywood. Pero la imagen que acompañará al gran actor será la de abusador sexual.