El cantautor español Miguel Bosé interpuso una denuncia por el asalto a su domicilio y el robo de su camioneta el viernes pasado por al menos 10 hombres armados, quienes ingresaron al fraccionamiento Rancho San Francisco, ubicado en el pueblo de San Bartolo Ameyalco, en la alcaldía Álvaro Obregón.
Acompañado de su representante legal acudió a la Fiscalía de Investigación Territorial Álvaro Obregón, donde el agente del Ministerio Público inició hace unos días la carpeta de investigación por el delito de robo a casa habitación con violencia.
Tras la declaración del cantante, que fue integrada a la indagatoria, el representante social ordenó la intervención de detectives de investigación para entrevistar a otros posibles testigos de los hechos.
Además de analizar imágenes de cámaras de videovigilancia públicas y privadas que hayan registrado el ilícito; y dio intervención a personal de la Coordinación General de Investigación Forense y Servicios Periciales.
Los expertos en criminalística, química, fotografía y valuación se encargarán de recabar indicios en el domicilio donde ocurrieron los hechos, al cual intentaron ingresar hace cuatro días, sin éxito.
De acuerdo con los avances de la investigación, los delincuentes encapuchados ingresaron al exclusivo fraccionamiento en dos grupos: uno por la entrada principal y otro por una barranca colindante, para después trasladarse al hogar del cantante.
El análisis de cámaras de videovigilancia ubicadas en los alrededores del lugar permitieron conocer cómo ingresaron y salieron a bordo de la camioneta que robaron, misma que fue localizada en calles de la colonia Periodistas, en la alcaldía Miguel Hidalgo.
Así como las posibles rutas que utilizaron al salir del fraccionamiento fuertemente vigilado por más de 30 elementos de seguridad privada, llevándose consigo joyas, dinero en efectivo, fotografías y documentos personales, así como documentos de propiedades.
Los vecinos acudieron al auxilio del artista, quien junto con sus dos hijos, dos escoltas y una trabajadora doméstica permanecieron atados más de dos horas en un cuarto.