Budapest. La estadunidense Sha’Carri Richardson se confirmó como la nueva sensación de la velocidad femenina al proclamarse campeona de los 100 metros en el Mundial de Atletismo de Budapest. Detuvo el crono en 10 segundos y 65 centésimas.
Lideró así, con un tiempo que constituye un récord de los mundiales, un podio en el que le acompañaron dos jamaicanas, Shericka Jackson (10.72) y la veterana pentacampeona del mundo Shelly Ann Fraser-Pryce (10.77).
“¡He vuelto!, ¡he vuelto!”, gritaba Richardson sobre la pista cuando los videomarcadores del Estadio Nacional de Atletismo anunciaban su título y su crono oficialmente.
No fue menor la hazaña, significó arrebatar la cima a las jamaicanas que han dominado la velocidad en el atletismo desde hace tiempo.
Las tres medallistas llegaban como las favoritas y no decepcionaron en una final emocionante, en la que Jackson perdió su ventaja inicial y terminó cediendo frente al cierre de la corredora texana.
Richardson regresó a las grandes competencias internacionales, luego de no acudir a los Juegos Olímpicos de Tokio en 2020 por un control positivo al cannabis y de no conseguir clasificarse para el Mundial de Eugene del pasado año.
A sus 23 años se colgó una medalla de oro en la prueba reina de la velocidad femenina que Estados Unidos no conseguía desde el triunfo en Londres 2017 de Tori Bowie, fallecida en mayo pasado.
Estados Unidos firma un doblete de títulos en los 100 metros, ya que el pasado domingo se coronó en la prueba masculina Noah Lyles (9.83).
Otro regreso al podio lo protagonizó Cuba, ausente del medallero en el Mundial del pasado año en Eugene, y ayer cosechó dos preseas en el triple salto masculino: plata con Lázaro Martínez y bronce con Cristian Nápoles.
En cambio, la mexicana Paola Morán no avanzó a la final en los 400 metros, donde culminó sexta de su heat y 17 general.