Chilpancingo, Gro., Colectivos de familiares de desaparecidos en Guerrero durante la guerra sucia (1965-1990) informaron que el número de cuerpos hallados en fosas clandestinas en el municipio de Ajuchitlán del Progreso, en la Tierra Caliente de Guerrero, se elevó a cerca de 25, incluidas las ocho osamentas que será exhumadas en septiembre, en una acción que será encabezada por la Comisión Nacional de Búsqueda de Personas Desaparecidas (CNB).
Octaviano Gervasio Serrano, presidente del Colectivo de Esposas e Hijos de Desaparecidos y Desplazados de la Guerra Sucia en Atoyac, dio a conocer que existen tres carpetas de investigación iniciadas en la Fiscalía de Justicia de Guerrero “por el caso de las ocho personas detenidas, torturadas y asesinadas por el Ejército Mexicano durante ese periodo, y mientras no se confirmen los crímenes denunciados, las víctimas están en calidad de desaparecidas forzadamente”.
Explicó que los restos de los campesinos serán exhumados del 4 al 8 de septiembre y participarán las comisiones Nacional y Estatal de Búsqueda, la Fiscalía General de Justicia de Guerrero y las comisiones nacional y estatal de Derechos Humanos; además se invitará a algún observador de la Organización de Naciones Unidas “para comprobar que toda esa estrategia la llevó a cabo el Ejército Mexicano”.
Asimismo, precisó que familiares y testigos aseguran que tienen la ubicación de los otros 16 o 17 puntos donde hay restos óseos y que la CNB fue informada.
El líder del colectivo comentó que “obviamente los familiares tienen temor de revelarlo, pero una vez que se presenten las denuncias se dará a conocer. Se habla de las 16 víctimas ubicadas en la misma sierra de Ajuchitlán del Progreso. Lo que ocurrió en ese lugar fue una barbarie y los que hicieron los gobiernos del PRI lo tienen que conocer las nuevas generaciones”.
Señaló que la CNB “ya informó de las diligencias de búsqueda y en su caso exhumación o levantamiento de los restos cadavéricos de estas víctimas de la guerra sucia, que al parecer fueron asesinadas por elementos del Ejército Mexicano en la sierra del municipio de Ajuchitlán del Progreso, en la Tierra Caliente, y enterrados en fosas clandestinas que militares obligaron a las víctimas a cavar”.
Gervasio Serrano criticó que 22 meses después de su creación, el Mecanismo para el Acceso a la Verdad y el Esclarecimiento Histórico de las violaciones graves a los derechos humanos cometidas de 1965 a 1990 (MEH) no ha informado nada del tema.
El MEH sólo denunció el pasado 15 de agosto en un comunicado que “ha experimentado serias dificultades para el acceso a la consulta irrestricta de documentación histórica proveniente de agencias encargadas de labores de seguridad, inteligencia, de las fuerzas armadas y de las policías. No hay voluntad real del Estado Mexicano”, apuntó.