La migración en México por motivos climáticos puede ser más grave, en perspectiva a corto plazo, de lo que es el desplazamiento forzado, donde las personas dejan sus hogares por conflictos, violencia o persecuciones, estimó Agustín Ávila, director general de políticas para la acción climática de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
“El cambio climático es un factor de desigualdad económica, no lo sufren de la misma manera los pobres que los ricos; los pobres están más expuestos, más vulnerables y tienen que emigrar. Ya tenemos datos en México que nos hablan de migración por motivos climáticos, de que la gente tiene que dejar su hogar porque no tienen agua, porque no tiene cómo alimentarse o porque ya no se da la cosecha, ya no tienen peces en los ríos; entonces, esa migración, por motivos climáticos, es algo que los lleva a irse a otras ciudades y concentrarse de manera totalmente desfavorable en ciudades, que quizás sean más vulnerables al cambio climático”, aseveró Ávila en entrevista.
Describió que se tienen declaratorias de emergencia de sequía en la zona norte de México, en donde hay lugares en que no ha llovido en dos o tres años; o en lugares como el noroeste de Sonora en donde no ha llovido en 15 años, entonces dónde va a vivir la gente, en lugares donde no puede disponer de agua, o en lugares como en Tabasco, en donde está creciendo el nivel del mar, y ya inundó la mitad del pueblo y ya no se puede vivir en una casa que está invadida por el mar.
Ante ello, “estamos cambiando la visión que se nos ha impuesto de muchos años del norte global, que es más importante avanzar en cuestiones de mitigación, ya que la cantidad de gases de efecto invernadero que lanza México, comparado con China o Estados Unidos, o los países árabes, es muy pequeño. Realmente México debe centrar y estar centrando sus esfuerzos en materia de adaptación climática.
“Somos un país altamente vulnerable al cambio climático porque ya estamos sufriendo sequías, tornados, ciclones por los dos océanos que nos rodean, el crecimiento del nivel del mar en varias poblaciones, tormentas de arena, monzones en algunas zonas del país, entonces la atención del gobierno de México se sitúa así en continuar con una agenda de mitigación al cambio climático”, destacó el especialista.
Del otro lado de la moneda, las empresas no podrán ubicarse donde no hay agua, por lo que las nuevas inversiones que llegarán a México deberán hacer estudios de factibilidad y de impacto ambiental.
De acuerdo con Agustín Avila, las empresas que se van a relocalizar en un estado, en donde tendrán probablemente un impacto de huracanes de manera creciente o que sufrirán el crecimiento del nivel del mar o una disminución en las precipitaciones, ya lo tienen que tener en la visión empresarial de cómo van a generar su negocio, porque ya no es lo mismo.
“Lo que nosotros vamos a experimentar, en términos resumidos, es una disminución gradual de las precipitaciones con un aumento en la temperatura”, destacó el funcionario de la Semarnat.
Añadió que si estás pensando en el norte del país, es lo mismo que en el sur de Estados Unidos, que estuvo en una horrible onda de calor, incendios impresionantes, el oeste de Estados Unidos, las pérdidas económicas son enormes, entonces realmente las empresas tienen que realizarse estudios económicos sociales y de impacto ambiental muy serios y de movilidad a largo plazo.