Pareciera innecesario recordarlo, pero a veces resulta oportuno: el creador, fundador y líder del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) se llama Andrés Manuel López Obrador. Son títulos que no expirarán cuando termine su función de Presidente de la República. Los millones de ciudadanos que han salido de la pobreza, los que han visto incrementarse sus salarios y los pensionados van a van a votar el próximo año por el candidato (a) presidencial que tenga su apoyo. Es oportuno tenerlo en cuenta porque la semana pasada los aspirantes a convertirse en defensores de la Cuarta Transformación dieron un espectáculo patético en su disputa por ganar la competencia. Se acercaba la fecha de la designación de las empresas encuestadoras y afloraron las tensiones internas. El procedimiento, con todas sus fragilidades, sirve al propósito de López Obrador de no recurrir al dedazo como los presidentes anteriores Los aspirantes deberían subordinar sus intereses personales al interés de que el ensayo culmine con éxito y Morena conserve el poder. Conviene que no olviden que si están donde están se lo deben a Andrés Manuel. Les dio una oportunidad en su gobierno. Son necesarios, pero no indispensables, como dicen por ahí. No se sumen a la lista de los desleales Carlos Urzúa, Germán Martínez Cázares y Ricardo Monreal.
El enemigo agazapado
Por otro lado, algo que tendría que moverlos a reflexión es que el procedimiento en curso es para seleccionar al coodinador (a) de la defensa de la Cuarta Transformación, todavía no al candidato(a) a la Presidencia de la República. Esta designación ocurrirá hasta fines de año y en el trayecto puede haber sorpresas. En ese lapso, el seleccionado (a) tendrá que refrendar y comprometerse con los principios del movimiento. Su verdadero enemigo no es ni siquiera el Frente Amplio, aunque cuente con la mayoría de los medios de comunicación, pero no con los votos de los ciudadanos, como lo demuestran cinco años de campaña corrosiva que no han impedido que llegue López Obrador a esta etapa de su gobierno con 70 por ciento de aprobación ciudadana –según las encuestas de los propios medios de oposición–. Hay un enemigo agazapado esperando el momento de dar un zarpazo: el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. El antiguo colaborador de Felipe Calderón, Reyes Rodríguez Mondragón, que preside la institución, aguarda con ansia motivos para anular o negar el registro al candidato (a) de Morena. Tendría el apoyo de la mafia del poder y la mayoría de los medios de comunicación.
Desplaza México a China
¿Cómo ayudó el superpeso de México a superar a China en el comercio con Estados Unidos?, pregunta Latinometrics, una entidad privada que lleva el pulso de la economía y la política de América Latina. Razona así: “A raíz de la pandemia, numerosas empresas multinacionales, especialmente las de fabricación, se han dado cuenta del enorme potencial sin explotar del país (México) para construir cadenas de suministro y fuerzas de trabajo resilientes. Los beneficios económicos de esta realización y atracción de capital se han manifestado de numerosas formas, entre las cuales destaca el superpeso: el peso mexicano se ha apreciado más de 16 por ciento frente al dólar en el último año. Ahora, la balanza comercial del país con Estados Unidos se ha restablecido a los niveles de dominio de principios de la década de 2000, lo que ha llevado a China al segundo lugar. También es notablemente una democracia ( concedido, con algunos defectos) y no gobernada por una entidad todopoderosa, opaca e impredecible como el Partido Comunista Chino (PCCh)”. Hasta ahí el análisis de Latinometrics. El Frente Amplio quisiera que volviera a gobernar una entidad “todopoderosa, opaca e impredecible”, como ocurrió en tiempos del prianismo.
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#XochitlGalvez le quiere quitar el vicio a Felipe Calderón y el negocio de las micheladas a Sandra Cuevas en Tepito. Julieta Martín @greta1940_
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