Tras la desaparición de cinco jóvenes amigos en el municipio de Lagos de Moreno el 11 de agosto, la Iglesia católica pidió a la población mexicana estar unidos por la paz, los desaparecidos y sus familias.
También hizo un llamado a no criminalizar a las víctimas, ni construir prejuicios. "Reflexionemos: ¿qué pasaría si fuera uno de nuestros seres queridos?, ¿qué apoyo y qué ayuda necesitaríamos de los demás?, ¿de las autoridades?, ¿de nuestros vecinos?, ¿de la sociedad?".
En el editorial del semanario Desde la Fe, recordó que este fin de semana, cientos de personas se reunieron para orar por los cinco jóvenes desaparecidos.
"En el atrio y a las afueras de la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, que recién celebraba su fiesta patronal, no hubo alegría ni cohetes, sino veladoras, rezos, rosarios, oraciones que se elevaban para pedirle a Dios fortaleza y exigir justicia a las autoridades".
Indicó que llegaron al lugar cientos de laguenses para acompañar a los familiares de Dante, Diego, Jaime, Roberto y Uriel, desaparecidos desde hace varios días. "Pero también se hicieron presentes más personas que un día simplemente ya no volvieron a ver a sus familiares y que aún desconocen su paradero".
La Iglesia católica dijo que el caso de los jóvenes no es el único y que en este año se ha vuelto frecuente escuchar denuncias de personas que han perdido a uno o a varios seres queridos.
Pide unidad para frenar desapariciones
Expuso que en los últimos dos meses el obispo auxiliar de la Arquidiócesis Primada de México, Francisco Javier Acero, se ha reunido en tres ocasiones con integrantes de la Brigada Nacional de Búsqueda de Personas Desaparecidas para escucharles y acompañarles. En esas reuniones, ellos han compartido la preocupación de que sus casos no alcancen suficiente visibilidad.
"Por eso aprovechamos este espacio para hacer un llamado a quienes habitamos este país a que seamos sensibles a estas historias de dolor, a conocerlas para unirnos como sociedad y encontrar en la unidad las acciones necesarias para frenar las desapariciones.
"Ellos buscan en canales de drenaje, en basureros, en acantilados, en desiertos, en bosques, en los Centros de Readaptación Social, en el Servicio Médico Forense, en las plazas públicas, en lugares inimaginables".
Apuntó que son miles, principalmente madres de familia, que se organizan en colectivos, en redes de
búsqueda, agregó, también puede ayudarnos a nivel personal, a nivel familiar, pues con ese esfuerzo incansable nos enseñan a encontrar al ser humano que ha desaparecido en cada uno de nosotros.
“Hoy más que nunca debemos recordar que nuestra tarea más importante es fortalecer el amor y ayudar a sanar las heridas, reconociendo que la superación de la violencia sólo será posible con el hábil uso de herramientas que se consiguen con la oración y con la educación que capacitan para hablar un lenguaje de paz”, señaló la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) en esta semana.
Además la Iglesia católica se unirá al llamado de la CEM para que este domingo participen en la Jornada de Oración Mensual para generar la acciones necesarias para construir la paz.