En el proceso de nombramiento del rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), es importante que participen académicos que no estén del lado de las autoridades actuales de la máxima casa de estudios ni del gobierno federal, para buscar posiciones de equilibrio entre ambos grupos, siempre respetando la autonomía universitaria, afirmó Héctor Hernández Bringas, investigador del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias (CRIM) de la UNAM.
Hernández ya “levantó la mano” como aspirante a suceder a Enrique Graue, con una serie de propuestas que buscan generar mayor participación de la comunidad en la toma de decisiones, sin comprometer la estabilidad de la institución. Es licenciado en sociología por la UNAM, maestro en demografía y doctor en ciencias sociales, con especialidad en estudios de población por El Colegio de México. En la universidad ha sido coordinador de Vinculación con el Consejo Universitario, director general de Actividades Deportivas y Recreativas, coordinador de Estudios de Posgrado y secretario de Desarrollo Institucional.
En entrevista con La Jornada, el académico –quien participará por segunda ocasión en el proceso de nombramiento de rector– confirmó su interés en contender nuevamente por el cargo, y llamó a “abrir la baraja” para que se consideren perfiles de diversos orígenes y tendencias.
Durante el proceso, que se inicia formalmente a finales de este mes, “estimo que vamos a estar en una suerte de pugna política entre los aspirantes que son más cercanos al actual rector y quienes participen por el lado de la 4T. Para mí, la idea es abrir opciones con personas que no estén comprometidas ni con un bando ni con el otro.
–¿Cómo ve a la máxima casa de estudios en la actualidad?
–La universidad tiene desde hace mucho tiempo un problema de gobernabilidad importante. Las situaciones de paros, protestas y conflictos son frecuentes y, a mi manera de ver, no han sido debidamente enfrentadas. Los jóvenes no tienen respuestas ni atención a sus condiciones de estudio y ven a las autoridades universitarias muy alejadas e insensibles”.
En el tema de la violencia de género dentro de la UNAM, Hernández Bringas consideró que aunque ha habido reformas legales para enfrentar dichas prácticas, son cambios “que no van al fondo del problema y que se han visto enmarañados en cuestiones burocráticas”.