Madrid. “Hay que romper con los vestigios del régimen de 1978 y aprovechar que somos mayoría” en el “bloque progresista y plurinacional”, señaló en entrevista con La Jornada el senador Gorka Elejabarrieta, uno de los principales estrategas y experto en resolución de conflictos de EH-Bildu, una amplía coalición de formaciones progresistas y de izquierda que pugnan por la independencia del País Vasco.
La nueva encomienda de este político, nacido en Bilbao en 1977, es fungir como vocero de su grupo en el Senado español y como director de Relaciones Internacionales.
Elejabarrieta explicó que el momento actual de la política en el país es una “oportunidad única” para superar el modelo político y territorial que surgió de la transición a la democracia después de la muerte del dictador Francisco Franco (1976), que a su juicio es un modelo “agrietado”.
De ahí que hable de un bloque “progresista y plurinacional” en el Estado español que reclama urgentemente una nueva forma de asumir a las “naciones sin Estado”, como Cataluña, el País Vasco y Galicia, y que se deberá afrontar “a lo largo de esta legislatura”, que se inició en la sesión del pasado día 17 y culminará en un plazo máximo de cuatro años.
–¿A raíz de la última votación en el Congreso de los Diputados para elegir a la mesa, cree que ya es un hecho que el socialista Pedro Sánchez sacará adelante la investidura?
–No, nosotros creemos que esa votación fue un paso muy importante, porque por un lado salió fortalecido el bloque progresista y plurinacional, y, por otro, porque el de la derecha salió muy debilitado. La división del PP y Vox les deja sin ninguna opción de presentarse al puesto. Pero ahora empieza una batalla nueva que tiene que ver con la investidura (relección). Creo que las bases son sólidas, pero le corresponde al gobierno encarar esta fase con ambición para que la presidencia y la legislatura sean un reflejo de este bloque progresista y plurinacional”.
–Pero todavía hay mucha incertidumbre y hasta nerviosismo por el sentido final del voto de Junts per Catalunya (JxCat)…
–Yo no diría nerviosismo, pero el gobierno tiene que tener claro que la investidura y la legislatura debe ser un reflejo de ese bloque que conformamos partidos como JxCat, EH-Bildu, Esquerra Republicana de Catalunya y otros. Es un bloque que viene demandando desde hace mucho tiempo otro tipo de encaje para las naciones sin Estado dentro del Estado español.
–¿A qué se refiere exactamente cuando le pide al gobierno español hacer un esfuerzo?
–Quiero decir que no es normal que en el siglo XXI un Estado plurinacional como el español no reconozca de manera oficial y explícita la riqueza de las lenguas. Hace ya décadas que se hizo la transición democrática, todos somos mayores de edad y creemos que por lo menos podemos estar a las puertas de un diálogo incipiente para tratar de buscar una solución política a este contencioso. Si no lo hacemos ahora, no sé cuándo lo vamos a hacer. Lo veo como una oportunidad, no como un riesgo.
–¿Pero qué gestos concretos están esperando del gobierno?
–No ponemos líneas rojas y nosotros ya hemos venido diciendo desde la campaña que vamos a hacer todos los esfuerzos que pongan freno al avance de la derecha. Pero también creemos que esta legislatura tiene que ser la que hinque el diente al modelo territorial. Es una oportunidad para el conjunto del Estado. Nosotros, la izquierda abertzale, fuimos de los pocos que apostamos desde el principio por la ruptura del actual modelo, y hoy en día son muchos más los que creen que aquella mal llamada transición no fue ni modélica ni democrática. Así que hay que romper con los vestigios que hay del régimen de 78 y aprovechar que somos mayoría.
–¿Socavar definitivamente a eso que llaman el régimen de 78?
–Así es. Romper con el régimen de 78, que se ha venido agrietando en los años recientes y hay que seguir avanzando en esa dirección.
–En esa tarea , tendrán que llevar a rastras al PSOE (Partido Socialista Obrero Español), donde todavía hay reticencias a ese proyecto…
–Al PSOE siempre hay que empujarlo; en lo social, en lo económico, en lo territorial. Hay que empujarlo. Y no digo que vaya a ser fácil, va a ser muy complicado, pero creo que es posible.
–Una de las exigencias de los partidos nacionalistas catalanes es aprobar cuanto antes la amnistía para los procesados por la declaración de 2017. ¿Esta amnistía tendría además alguna consecuencia directa en el colectivo de presos vascos?
–Mediante la judicialización de la política nunca se han conseguido avances reales. Así que eso incluye solventar las consecuencias judiciales que un conflicto político ha causado. Nosotros evidentemente vemos con buenos ojos todo lo que ayuda a desjudicializar el conflicto y que se resuelva por la vía política.
“En el País Vasco hemos tenido un proceso de paz muy similar al que se ha dado en otras latitudes del planeta, como el de Irlanda del Norte o el de Sudáfrica. No imagino que Sudáfrica hubiese podido avanzar en la resolución del conflicto político manteniendo a Nelson Mandela en la cárcel, así como no imagino que en Irlanda, el Acuerdo de Viernes Santo y todo el proceso de paz se hubiese podido resolver manteniendo 25 años después a los presos republicanos o unionistas en la prisión. La experiencia internacional dice que este tipo de conflictos requiere buscar una solución a las consecuencias del conflicto, incluyendo el tema de los presos. Y ahí quedan tareas pendientes.”
–¿Cree que ya está neutralizada la amenaza de la extrema derecha en España o sigue latente?
–Sigue estando latente, entre otros motivos porque no es un fenómeno que se circunscriba únicamente al Estado español. Está ocurriendo en muchas partes del mundo, en Argentina, recientemente, en Europa hay muchos ejemplos: Francia, Hungría, Italia, Alemania, Holanda, Finlandia… Diría que en el conjunto de Europa el auge de la extrema derecha es un factor cada vez más preocupante.
–¿Cree que ha llegado la hora de que gobierno en Euskadi, su formación, la izquierda abertzale, finalmente logre desplazar del poder al todopoderoso PNV?
–En el País Vasco viene un cambio. Ese cambio ya se ha iniciado. No descarto que sea en las próximas elecciones, pero no queremos hablar de fechas. Lo que está claro es que EH-Bildu es una fuerza al alza y el PNV es una fuerza que está en permanente decrecimiento, entre otros motivos, porque tiene un modelo agotado y que a nivel de gestión se le están cayendo algunos grandes pilares de la sociedad, como la sanidad pública o la policía autonómica, la Ertzaintza.
–¿Entonces, el País Vasco ya está preparado para un gobierno presidido por ustedes, una vez disuelta ETA y en proceso de cerrarse la herida que dejó la violencia?
–Nosotros creemos que sí, que nuestro momento está llegando. EH-Bildu es un frente amplio que tiene cada vez más personas y sectores políticos, cada vez es más plural y está en permanente construcción. No es un espacio finalizado, sino que aspira a tener cada vez más personas y sectores aplicando el común denominador de centrarnos en trabajar en aquello que compartimos. Y así crear un gran frente que tiene una estrategia y una dirección clara en la que vamos poco a poco para hacer una gran transformación.