Con el propósito de combatir el estigma hacia personas con discapacidad sicosocial, exigir reparación del daño –sobre todo para quienes han estado internados– y demandar respeto a quienes han recibido un diagnóstico siquiátrico, se llevó a cabo el Foro Iberoamericano de Justicia Loca y Sicodisidencias, organizado por las agrupaciones Orgullo Loco México y RedEsfera.
En la inauguración, Amalia Gamio, vicepresidenta del Comité de los Derechos de las Personas con Discapacidad, de Naciones Unidas, criticó la discriminación hacia quienes son diferentes a la norma.
“La sociedad tiene tantas formas de rechazar a sus congéneres por ser pobres, por ser ricos; por ser mujeres, ser niños, ser viejos, y claro, cómo no, por ser locos, ¡pero esta es la era de decir basta!”
Resaltó: “Estamos en la plena era de hacer desaparecer las instituciones” para recluir a las personas con estas condiciones y subrayó estar “convencida de que la única incongruencia es meter a las personas con discapacidad sicosocial o intelectual en siquiátricos, asilos o cualquier lugar de segregación contra su voluntad, metiéndoles medicamentos, electrochoques sin su consentimiento; atándolos, aislándolos y privándolos de cosas tan preciadas como la libertad, la autonomía y la capacidad de tomar sus propias decisiones, así como de equivocarse”.
Lorena Berríos, directiva de RedEsfera Latinoamericana, y quien padeció el modelo llamado asilar y la medicación siquiátrica por más de una década, dijo a este medio que es insuficiente cerrar los hospitales siquiátricos. En Latinoamérica “se avanza en dejar el modelo asilar, pero no ha sido suficiente. Sin un cambio de switch es difícil que la aplicación sea un éxito porque podemos sacar a las personas del espacio siquiátrico intramuros, pero si lo vamos a llevar a una lógica muy parecida, eso no funciona”.
Lo anterior “ha ocurrido en Argentina, que emitió una ley de salud mental en 2010, y en 2019 comenzó con la desinstitucionalización, pero generó un modelo extramuros con lógica asilar”.
Condicionamiento institucional
Sostuvo que “lo institucional y vulnerador de derechos también se traduce en que te obliguen a tomar medicamentos siquiátricos o no te van a seguir atendiendo; que te obliguen a realizar ciertas dinámicas en un espacio, como cantar, bailar y pintar, pero sin que tú quieras hacerlo”. Al contrario, se incentiva la desinstitucionalización cuando “se genera capacidad de agencia, que es que tú solo empieces a tomar decisiones de lo que quieres, cómo y cuándo lo quieres”.
La investigadora Grecia Guzmán, de la Red Orgullo Loco y Diana Sheinbaum, de Documenta, coincidieron en que es fundamental que haya “reconocimiento de los daños, así como garantía de no repetición y restitución de derechos” hacia las personas con discapacidad y diversidad sicosocial que han sido vulneradas en sus derechos humanos.