Los movimientos progresistas en América Latina no deben titubear en la búsqueda del respaldo popular ni intentar recorrerse al centro para quedar bien con todos, porque a la oligarquía no le interesa el sufrimiento de la gente, sostuvo el presidente Andrés Manuel López Obrador al subrayar que el avance de la ultraderecha en Argentina fue en parte por esta pretensión. La situación se vinculó a una crisis económica heredada del gobierno de Mauricio Macri, que tuvo impacto.
Para el mandatario, los gobiernos de izquierda tienen como principal pendiente en la región construir un Estado de bienestar: “Hace falta que la salud sea un derecho del pueblo, que se garantice la educación pública, de calidad, gratuita, en todos los niveles; hace falta el derecho a la pensión, hacen falta salarios justos. Eso es lo que tiene que hacer un gobierno de izquierda”.
Celebró nuevamente que en México se reportó la reducción de la pobreza y de la desigualdad entre los sectores más ricos y los más pobres, al pasar de una diferencia de 35 veces en el sexenio de Felipe Calderón a 15 veces en esta administración. Destacó que su estrategia de apoyar a los pobres ha funcionado.
“¿Por qué estamos nosotros aquí? ¿Por qué tenemos 63 por ciento de aceptación ya casi al final del gobierno? Por el pueblo, que es muy solidario, muy fraterno. ¿Con quién hay que apoyarse? Con el pueblo. En un proceso de transformación: ni modo que nos vamos a apoyar en los traficantes de influencias, en los medios de manipulación. Ni modo que nos vamos a apoyar en sectores de clase media aspiracionistas.”
Deslizó que también ha ayudado lo “elementales” que han sido sus opositores, al punto de designar al ex secretario de Hacienda José Angel Gurría, el artífice del Fobaproa, como coordinador del proyecto económico, o a Francisco Javier García Cabeza de Vaca para armar la propuesta de seguridad. “Nada más porque está en la cárcel García Luna, si no, a ese lo hubiesen nombrado. Voy a terminar, nada más estoy esperando otro nombramiento de esos para condecorar aquí a Claudio X. González por todos los servicios que está prestando al movimiento transformador”.
A pregunta expresa de un periodista de Argentina sobre la situación política en ese país austral, López Obrador reiteró su crítica “fraterna” a la conducción de la izquierda en dicha nación: “No hay que estar titubeando, hay que anclarse en lo que uno representa. La política en la izquierda debe ser el representar algo y a alguien, y hay que representar a todos, pero darle preferencia a los más necesitados, a los pobres. Y eso a veces no se hace, ahí andan queriendo”.
Contrastó esta situación con lo ocurrido en Bolivia, cuando la izquierda reaccionó a la destitución de Evo Morales, o con Brasil, donde los sectores populares permitieron el regreso de Luiz Inácio Lula da Silva: “esa fue una lección.
“Los pueblos del mundo no pueden esperar nada bueno de gobiernos de derecha, conservadores; ellos van a representar siempre a una minoría rapaz. Y es muy lamentable que estos gobiernos sigan avanzando y vayan triunfando sobre quienes buscan la justicia.”