Dos capillas que datan del siglo XIX fueron entregadas a sus feligreses tras concluir su restauración en la comunidad de Otatitlán de Morelos, Oaxaca, informó ayer la Secretaría de Cultura (SC) federal.
La rehabilitación de los templos forma parte de la segunda etapa del Proyecto de Conservación y Restauración de las Capillas y Ermitas dedicadas a la Santa Cruz y a la Virgen del Carmen, realizada por la Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural (CNCPC) del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), con recursos de la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca (FAHHO).
Renata Schneider Glantz, restauradora-perito de la CNCPC y también coordinadora de dicho proyecto, explicó que ambos espacios son esenciales en la vida diaria de Otatitlán, en la medida que el primero de éstos, ubicado en el cementerio, está consagrado a la Virgen del Carmen, advocación mariana a la que los fieles se encomiendan para el “buen morir y evitar que su alma quede en el purgatorio”.
El segundo es una ermita que en xhidza, variante dialectal del zapoteco, recibe el nombre de Lom Yábusu (El cerro del peregrino), el cual, por su ubicación en una vereda, permitía a quienes iban de Otatitlán a pueblos cercanos, como San Juan Yatzona o San Ildefonso Villa Alta, descansar o pernoctar al amparo de la santa cruz.
Ángel Rodríguez Rivas, director de Conservare, empresa contratada por la FAHHO para las obras, informó que la intervención se realizó entre junio y julio de 2023, debido a grietas, filtraciones de agua y pérdida de aplanados en muros.
Para subsanar estos daños, se utilizó piedra de la región a fin de consolidar las bases de la capilla y la ermita; además, se colocaron adobes locales en sus muros para asegurar la compatibilidad material.
La SC puntualizó que los trabajos en la Capilla de la Virgen del Carmen “permitieron hallar restos de la pintura ocre original, del siglo XIX, por lo que ésta fue recuperada y aplicada a la cal en la edificación y en la ermita a petición de los pobladores”.
De acuerdo con Renata Schneider y Ángel Rodríguez, en la ermita de Lom Yábusu se emprendieron dos acciones más que, aprobadas por el Centro INAH-Oaxaca, fueron añadidas al proyecto y sufragadas con el tequio –trabajo voluntario– de los albañiles, el personal de Conservare y 40 personas oriundas de Otatitlán.
La ermita, señaló el arquitecto Rodríguez, está en una pendiente que corría el riesgo de desgajarse, por lo que “abrimos un tajo y creamos un talud de piedra con ductos, con el fin de crear, desde el subsuelo, un escape para el agua de lluvia. También construimos un pequeño atrio para dar mayor comodidad a los devotos y a las bandas de música que suelen acompañar en las ceremonias religiosas zapotecas”.
Además de las intervenciones en las dos construcciones, se restauraron ocho bienes muebles históricos, entre adoratorios, una imagen de la Virgen del Carmen y una escultura ubicada en el camposanto de Otatitlán, llamada Cruz común, la cual ampara a las personas que mueren en accidentes, así como aquellas cuyos familiares han fallecido.