Los sismos de 2017 representaron la “catástrofe más grande en el patrimonio cultural” de México, consideró la secretaria de Cultura, Alejandra Frausto, quien destacó que está por concluir el programa de restauración de 3 mil 269 inmuebles afectados. Informó que el programa implicó una inversión de 10 mil millones de pesos para la rehabilitación de monumentos históricos, en su mayoría templos y conventos.
En el marco de la presentación del informe general de la Comisión Nacional para la Reconstrucción en la conferencia presidencial, Frausto destacó que la inversión se ha canalizado no sólo a los bienes inmuebles, sino que también abarca la restauración de esculturas, pinturas y retablos, entre otros.
El proceso involucró a las comunidades para la recuperación de sus templos y a las autoridades religiosas. “La restauración y la conservación tienen características especiales. Por más afectado que esté un inmueble patrimonial, nunca se debe demoler, se tiene que encontrar cuál es la técnica tradicional y utilizar los materiales equiparables” con los originales.
Frausto subrayó que, en el caso de los templos, que representan 90 por ciento de la reconstrucción cultural, “son el corazón de las comunidades, no solamente por la fe; son el punto de encuentro de las fiestas tradicionales, de la cultura”.
Con la presencia de seis gobernadores, se informó que en la Ciudad de México se dispusieron los recursos para labores en la Catedral Metropolitana y el Panteón de San Fernando, donde se encuentran los restos de Benito Juárez. El jefe de Gobierno, Martí Batres, señaló que en la Catedral Metropolitana se atendió su sistema de cimentación, el cual “estaba muy afectado, en sus bóvedas, en la cúpula, en su pintura mural y su acervo escultórico”.
La gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado, señaló que en su entidad destacaron las acciones para recuperar el templo de San Francisco de Asís, en Olinalá y en la parroquia de Santa Prisca, “símbolo de nuestra ciudad colonial de Taxco”.
En Chiapas, apuntó el gobernador Rutilio Escandón, se realizaron trabajos en la catedral de San Cristóbal, “que fue abandonada mucho tiempo y con el sismo de 2017 se cerraron completamente sus puertas porque ya era muy peligroso asistir al templo”.
En Oaxaca se intervino el templo de Santo Domingo de Guzmán, en Santo Domingo Tehuantepec. Otro caso relevante fue la restauración del Antiguo Convento de Coixtla-huaca en la Mixteca Alta, expresión de la arquitectura virreinal en el que se consolidó su estructura y se resarcieron los daños de sus bóvedas y cúpulas en su capilla abierta.