El proyecto de nación de la oposición defiende el pasado; sólo hay que ver quién lo está articulando: José Ángel Gurría, quien no cree en los programas sociales universales ni en los derechos, sino en programas focalizados y temporales, dijo ayer Claudia Sheinbaum, aspirante a la candidatura presidencial de Morena.
Luego de reunirse en la CDMX con integrantes de la comunidad artística, señaló que ahí hay una diferencia abismal y eso es lo que está en discusión y va a definirse el próximo año.
Ratificó que el proyecto de la Cuarta Transformación es de futuro, mientras que el del otro lado defiende el pasado. Recordó que Gurría fue funcionario en los gobiernos de Carlos Salinas y Ernesto Zedillo y el articulador del Fobaproa, así como de la venta de los ferrocarrilles.
Dado que el próximo jueves se realizará el sorteo para definir las casas encuestadoras, la aspirante presidencial apuntó que enviará a un representante al evento.
También manifestó que tiene pensado hacer un cierre de campaña en la Ciudad de México, aunque todavía no define la fecha. Una vez que concluya esta etapa del proceso interno, abundó que el partido definirá las reglas a seguir después del 27 de agosto.
En la reunión con la comunidad artística, Claudia Sheinbaum escuchó una serie de propuestas para fortalecer la cultura, como la de invertir más en el sector y mejorar las condiciones laborales de los artistas. Entre quienes presentaron los planteamientos estuvieron la productora Inna Payán y el actor Alberto Estrella.
La ex jefa de Gobierno de la Ciudad de México expuso que el acceso a la cultura es un derecho. En el artículo cuarto constitucional está establecida esa garantía, así como en el tercero constitucional se encuentra el derecho a la educación. Eso es fundamental para la Cuarta Transformación, a diferencia de otros proyectos que no ven a la cultura como un derecho.
Puntualizó que desde su visión de la transformación, el acceso a la cultura es la base para garantizar que una sociedad tenga un mejor desarrollo, lo cual desde su administración en el gobierno capitalino impulsó con acciones como la construcción de 294 centros culturales, llamados Pilares, en los que alrededor de 400 mil niños, jóvenes y adultos, pueden acceder gratuitamente a la educación, actividades artísticas, y deporte.