El dirigente nacional de Morena, Mario Delgado, y la aspirante presidencial opositora Xóchitl Gálvez, intercambiaron acusaciones de haber recibido dádivas cuando fueron funcionarios del gobierno capitalino y en la alcaldía Miguel Hidalgo, respectivamente.
En un video en sus redes sociales, Delgado dijo que Gálvez recibió moches por autorizar la construcción de dos edificios.
Los constructores dieron contratos a sus empresas por 70 millones de pesos. Como autoridad no podía beneficiarse de los permisos que autorizó, “por lo que incurrió en tráfico de influencias, conflicto de intereses y corrupción”, señaló el morenista.
“La conmovedora historia de las gelatinas ya se le hizo agua. Ahora sabemos que su billete lo hizo de sus negocios corruptos. Como diría la canción de Shakira, las mujeres no lloran, las mujeres facturan el mochitl.”
Entrevistado luego del informe de actividades legislativas del presidente del Senado, Alejandro Armenta, el dirigente destacó que la panista ha dicho que las autorizaciones de esos desarrollos son legales. “Probablemente lo sean, hay que revisarlos, pero lo que no ha aclarado es por qué casualmente estas desarrolladoras contrataron a sus empresas para que participaran en la construcción de estos edificios. Eso es lo que tiene que aclarar”.
Por su parte, Gálvez respondió que cuando Delgado fue funcionario en la administración capitalina, recibió moches de la línea 12 del Metro, que se cayó.
La aún legisladora atribuyó al video del dirigente a que “tienen miedo, están desesperados y ya no saben qué inventar”.
Aseguró que los dos inmuebles son legales y ninguno viola el uso de suelo, tras calificar las declaraciones de su adversario como una cortina de humo y parte de la guerra sucia para desacreditarla.
La aspirante pidió a Delgado presentar la denuncia correspondiente si encontró alguna irregularidad.