Mañana sesionará la Comisión Temporal de Presupuesto 2024 del Instituto Nacional Electoral (INE), para definir el proyecto que presentará este mes a la Cámara de Diputados. Una de las propuestas sobre la mesa eleva el gasto del organismo a niveles sin precedente: casi 38 mil millones de pesos.
Esa cantidad, por ahora preliminar y sujeta a discusión tanto de los integrantes de la comisión como en el futuro del consejo general del INE, está integrada por 23 mil 757 millones de pesos de gasto de operación del organismo (casi 10 mil millones más de lo que ejerce actualmente, lo cual se explica porque para el año próximo se prevé una partida de 9 mil 355 millones para organizar el proceso electoral federal y concurrentes).
Asimismo, de la cantidad general se desprenden 10 mil 444 millones de pesos de financiamiento a los partidos políticos nacionales, y 3 mil 568 millones como presupuesto precautorio, es decir, para organizar una eventual consulta ciudadana y/o elecciones extraordinarias.
Si se desglosara cada uno de los rubros, destaca que los servicios personales (sueldos de 17 mil trabajadores del INE) tienen una ligera variación a la baja, pues se proponen 8 mil 816 millones, contra los poco más de 9 mil millones ejercidos en 2022 y 2023.
En cambio, aumenta la bolsa porque se daría en 2024 a los partidos políticos no sólo 6 mil 807 millones de pesos para actividades ordinarias y específicas, sino 3 mil 304 millones para financiar las campañas de la contienda que inicia oficialmente el 4 de septiembre próximo; asimismo, se prevén 3 mil 528 millones para consulta popular y casi 40 millones para comicios extraordinarios.
Así, la suma de tres grandes rubros (gasto ordinario, prerrogativas a partidos y precautorio) es de 37 mil 730 millones.
No obstante, hay resistencia entre una parte de consejeros, representantes de partidos políticos y funcionarios del INE.
Si bien el objetivo es llevar a buen puerto el proceso electoral más grande de la historia del país, en el que se tienen que instalar casillas y producir miles de millones de boletas para casi 98 millones de ciudadanos, un sector insiste en que debe presentarse un proyecto presupuestal “moderado”, que vaya a la par de una revisión al gasto administrativo, particularmente el esquema de compras.
Todavía este fin de semana, representantes partidistas hacían observaciones relacionadas en que no se han hecho cambios en el sistema de compras del organismo, y falta clarificar el monto y destino de los dos fideicomisos que opera el INE.
“Hay muchos gastos inerciales y siguen las prácticas de gasto aplicadas desde hace varios lustros, incluso algunas siguen la misma dinámica desde 1997”, dijo una fuente en la Comisión Temporal de Presupuesto, al manifestar también su preocupación por la recepción que tendría en la Cámara de Diputados.
En 2018, la más reciente elección presidencial, el INE recibió 24 mil 215 millones de pesos, incluidos los 6 mil 788 millones para partidos.
En tanto, los servicios personales (sueldos) ocuparon en 2022, 65 por ciento del gasto base del organismo, esto es, 9 mil 139 millones de pesos respecto del total operativo de 13 mil 917 millones.
En tanto, el financiamiento a partidos en 2018 fue de 6 mil 788 millones de pesos; el tope en este concepto fue en 2021 con 7 mil 226 millones. Si bien en este concepto el INE funge sólo como intermediario (recibe el recurso y lo entrega tal cual a los partidos), sí se le carga en la sumatoria de los recursos autorizados para el organismo.