Taipei, Taiwán. El vicepresidente de Taiwán partió hacia Paraguay el sábado para reforzar las relaciones con el último socio diplomático que le resta en Sudamérica, cuando China hace grandes esfuerzos para acrecentar el aislamiento de la isla autónoma.
William Lai pasará antes por San Francisco y Nueva York, lo que provocó críticas de Beijing a Washington por permitirlo. El Partido Comunista gobernante de China continental reclama a Taiwán como parte de su territorio y le niega el derecho a mantener relaciones exteriores.
Lai, quien viaja para asistir a la juramentación del presidente electo paraguayo Santiago Peña el martes, dijo que se reunirá con funcionarios de otros gobiernos “para que la sociedad internacional comprenda que Taiwán es un país que persiste en su democracia, derechos humanos y libertad y participa activamente en los asuntos internacionales”.
Paraguay es uno de los 12 países del mundo que aún mantienen relaciones diplomáticas con Taiwán, en su mayoría naciones pequeñas y pobres de África y el Caribe. Este año, Honduras cambió su reconocimiento oficial de Taipei a Beijing.
Taiwán y China tienen gobiernos separados desde 1949, cuando finalizó la guerra civil. Cada uno reclama soberanía sobre el territorio del otro y se niega a mantener relaciones con gobiernos que reconocen a la otra parte.
La economía y población de China, mucho más grandes que las de Taiwán significan que la mayoría de los gobiernos mantienen relaciones oficiales con Beijing, aunque muchos, incluido Estados Unidos, tienen relaciones informales con Taipei.
Peña visitó Taiwán en julio y aseguró a la presidenta Tsai Ing-wen que su país “permanecerá junto al pueblo de Taiwán” durante su quinquenio.