Buenos Aires., Miles de personas convocadas por organizaciones políticas y sociales marcharon ayer alrededor del Obelisco para reclamar justicia por la muerte del periodista gráfico y activista Facundo Molares, quien falleció antier cuando iba a ser arrestado por elementos de policía de Buenos Aires, en una protesta contra las elecciones Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), programadas para mañana.
“Hubo un operativo desmedido de las fuerzas represivas frente a un núcleo que ni siquiera estaba cortando la calle, lo cual indica que vinieron a provocar y claramente apuntaron a Facundo, un militante con una historia revolucionaria”, relató Mirta Israel, una actriz de 62 años que participó de la marcha, a la agencia noticiosa Afp.
En medio de la movilización, un puñado de encapuchados lanzó piedras contra agentes, pero fueron rápidamente aislados por el resto de los manifestantes que los denunciaron como infiltrados. Cuando se estaba desconcentrando la movilización, este grupo arrojó un par de bombas molotov contra el Centro de Monitoreo de la Policía de la Ciudad, cerca del Obelisco.
Agentes de la guardia de infantería formaron un cordón frente al edificio policiaco, mientras una mujer intentó colocarse frente a los uniformados para evitar que se lanzaran nuevos proyectiles, antes de ser retirada por otros manifestantes. Los encapuchados se alejaron finalmente, entre reproches de quienes se habían movilizado hasta el centro de la capital argentina, cuando ya se había dispersado la protesta casi por completo.
La congregación fue convocada por organizaciones políticas y sociales, entre ellas el Polo Obrero, el Frente Popular Darío Santillán, la Unión de Trabajadores de la Economía Popular, las dos ramas de la Central de Trabajadores de Argentina, y el Movimiento Evita.
La muerte de Molares, de 48 años, ocurrió luego de ser arrestado e inmovilizado en el suelo por elementos de la fuerza pública antidisturbios junto con otros militantes de su agrupación política Rebelión Popular y de Votamos Luchar, que realizaron una manifestación frente al Obelisco, sin bloquear calles, con un llamado a la abstención electoral en las PASO.
El director de Atención de Emergencias de Buenos Aires, Alberto Crescenti, señaló que la “descompensación” que sufrió el fotógrafo pudo ser por un infarto masivo y que su equipo no detectó golpes.
La historia del fotógrafo es particular, porque viajó a Bolivia en 2019 para cubrir el golpe de Estado contra el presidente Evo Morales y recibió tres balazos mientras fotografiaba a las fuerzas que reprimían a la población.
Organizaciones de derechos humanos denunciaron “el feroz e irresponsable uso de la fuerza aplicada en la represión que culminó con la muerte de Molares” y responsabilizaron de lo sucedido a las autoridades de la alcaldía de Buenos Aires. El edil Horacio Rodríguez Larreta, precandidato presidencial por la opositora Juntos por el Cambio, respaldó a la policía y aseguró que la muerte se produjo por una “descompensación” física del hombre debido a sus antecedentes de salud.
Un video de una reportera muestra que los detenidos fueron golpeados, sometidos e inmovilizados con el rostro hacia el piso. En la grabación, la reportera imploró a los agentes: “denle vuelta (a Molares) porque se está poniendo morado”. Las maniobras de reanimación no dieron resultado y tras ser retirado en ambulancia se informó su deceso. Son varios los hechos violentos que tienen lugar en Argentina en las últimas horas, cuando mañana se celebran las elecciones de las PASO para elegir a los candidatos que pueden presentarse a los comicios generales del 22 de octubre.
Sobreseen a uniformados
La justicia argentina dictó el sobreseimiento del caso contra agentes de fuerzas federales señalados de la presunta desaparición forzada y muerte del joven Santiago Maldonado en 2017, un caso que había conmocionado al país sudamericano y generado el reclamo de organismos de derechos humanos por las supuestas similitudes con el accionar represivo de la pasada dictadura militar (1976-1983).
“Ha quedado de plano descartada la sospecha de que los funcionarios de la Gendarmería Nacional –la policía de fronteras– hayan participado de la desaparición y fallecimiento de Santiago Maldonado”, resolvió el juez federal Gustavo Lleral en un extenso fallo, difundido ayer, que sobreseyó a los agentes Emmanuel Echazú, Juan Escola, Víctor Vaquila Ocampo y Marcelo Ferreyra.
Maldonado, un joven artesano y tatuador que se había radicado en la Patagonia argentina, desapareció el 1 de agosto de 2017 cuando agentes de la Gendarmería desalojaron un bloqueo de ruta que realizaban miembros de una comunidad mapuche en reclamo de tierras propiedad del grupo italiano Benetton, protesta en la que participaba la víctima.
Su cuerpo fue hallado el 17 de octubre de 2017 a la vera del río Chubut, en la provincia homónima, a unos mil 800 kilómetros al suroeste de la capital argentina.
La autopsia determinó que murió ahogado (asfixia por sumersión), coadyuvado por hipotermia. No tenía signos de violencia. No obstante, su familia y organismos de derechos humanos insistieron en la responsabilidad del Estado en la muerte por haberse producido en un operativo de fuerzas federales.