Naucalpan, Méx., La Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) determinó que, de acuerdo con estudios periciales, el empresario Íñigo Arenas Saiz pereció el pasado 6 de agosto debido a que se le hizo ingerir una bebida mezclada con una sustancia química.
Precisó que el deceso fue resultado de “asfixia mecánica por sofocación inducida, en su modalidad de oclusión de vías respiratorias por contenido gástrico, con presencia de alcohol y de sustancias químicas de naturaleza controlada”.
En un comunicado, la FGJEM informó de la aprehensión de las empleadas Aritzi Abril N, Cecilia N y dos identificadas como Ana Karen N; el capitán de meseros Eduardo N y el encargado de seguridad del establecimiento, Carlos Daniel N, a quienes la autoridad judicial retuvo desde el domingo anterior.
Expuso que, según pesquisas periciales y ministeriales, videos y estudios diversos, Íñigo Arenas ingresó al Black Royce –en el municipio de Naucalpan– pasadas las 3 de la madrugada del domingo, se le asignó una mesa de la planta baja y lo acompañaron cuatro trabajadoras del lugar, quienes “aparentemente le suministraron sustancias a la víctima”.
Acotó que a las 4:59 horas esas mujeres, junto con Eduardo N y otra persona aún por identificar, lo habrían persuadido de subir a un área VIP en la planta alta del antro. Ahí, “acompañado por dos masculinos y cuatro femeninas, le llevaron cuatro botellas de bebidas, con un valor de 10 mil pesos cada una, por lo que a las 5:07 horas la cajera del lugar ingresó a esa área para realizar el cobro de 40 mil pesos con cargo a una tarjeta bancaria de la víctima”.
La FGJEM planteó que Arenas permaneció con las cuatro femeninas en esa sección y al cabo de unos 40 minutos una de las mujeres dijo al encargado de seguridad, Carlos Daniel N, que Arenas Saiz “se puso morado”.
Personal del negocio le practicó reanimación cardiopulmonar, llamó a servicios de emergencia y lo trasladó a la salida de emergencia; ahí, paramédicos confirmaron su muerte.
La FGJEM agregó que en un cateo al antro se obtuvieron indicios como pastillas y sobres con presunto clorhidrato de cocaína; recipientes para aplicar gotas cuyo contenido “está siendo objeto de análisis químico”; así como equipo de grabación y documentos relacionados con la operación del lugar.
Apuntó que mantiene abierta la investigación para establecer la ubicación actual del equipo telefónico propiedad de la víctima, que fue apagado a las 5:09 horas del 6 de agosto en la alcaldía Miguel Hidalgo en la Ciudad de México y encendido a las 6:41 horas del mismo día en el área de Santa Martha Acatitla, en la misma entidad, fecha y lugar en la que registra su última actividad, que se identifica a las 11:37 horas.
Los seis detenidos fueron puestos a disposición de un juez de control e ingresados al centro penitenciario Juan Fernández Albarrán, en la comunidad de San Pedro Barrientos, municipio de Tlalnepantla.
De igual manera, la fiscalía informó que siguen las investigaciones y agotará todas las hipótesis que exige el caso, incluyendo diversas denuncias recabadas en redes sociales que señalan la posible comisión de ilícitos en el establecimiento.