Boston. La gobernadora de Massachusetts, la demócrata Maura Healey, declaró ayer el estado de emergencia por el arribo de migrantes, al tiempo que el sistema de refugios de la entidad lucha por albergar a los recién llegados.
En una carta dirigida al secretario del Departamento de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, Healey citó diversos factores que resultan en la incapacidad de su estado para acoger a todos los indocumentados, entre ellos, la lenta expedición de permisos de trabajo, que pueden tomar semanas, meses o más de un año.
Actualmente hay más de 20 mil personas en albergues del estado, incluidos bebés, niños pequeños y embarazadas, que equivalen a 5 mil 600 familias; un aumento de 80 por ciento respecto de las 3 mil 100 de hace un año, detalló la gobernadora.
Muchos migrantes han llegado en avión desde otros estados. En las últimas 48 horas, 50 familias aterrizaron en la entidad que ya rebasa “exponencialmente” su capacidad para atenderlos, señaló.
Gobernadores republicanos de otros estados, incluidos Texas y Florida, han enviado por autobús o avión a migrantes a entidades gobernadas por demócratas, entre ellas California, Massachusetts, Nueva York y Chicago.
En su carta a Mayorkas, Healey pidió a Washington no sólo ayuda económica, sino urgentes permisos de trabajo para que los recién llegados puedan empezar a ganarse la vida.
Como parte de la declaración de emergencia, Healey pidió ayuda a organizaciones locales que puedan albergar migrantes, y lanzó un nuevo fondo con la finalidad de recaudar ayuda para pagar necesidades básicas de los migrantes, además de exámenes médicos, servicios de traducción, ayuda jurídica y clases de inglés.
Como un estado con derecho a la vivienda, Massachusetts tiene la obligación legal de dar refugio a personas sin hogar.
Paul Diego Craney, de la conservadora Alianza Fiscal de Massachusetts, señaló que los legisladores estatales deberían rescindir la política estatal de derecho a la vivienda, en un comunicado en el cual sugirió a Healey ir a la frontera sur “para ver de primera mano la crisis”.