Cientos de bomberos se movilizaron ayer para combatir un incendio activo desde hace cuatro días en el suroeste de Portugal, país que como la vecina España atraviesa un episodio de canícula intensa que puso en alerta a la mayor parte de la península ibérica. Unas mil 500 personas fueron evacuadas. Las temperaturas alcanzaron 40 grados centígrados en algunos lugares ayer, después de haber llegado hasta 46.4 grados el pasado lunes en Santarem, en el centro del país. Afp