A medida que pasa el tiempo, en Pachuca hay menos certezas de lo que puede ocurrir con Luis Chávez. Medios en Rusia afirman que el mediocampista tiene cerrado un acuerdo con el Dinamo de Moscú, pero en las cuentas bancarias del club hidalguense el monto de su cláusula de rescisión –la cual ronda los 6 millones de dólares– sigue sin ser recibido.
Dadas las sanciones impuestas al sistema económico ruso por el conflicto con Ucrania, los Tuzos resolvieron que Chávez cubriera el costo de su salida ante los riesgos que implicaba la operación. Luego de tres semanas del anuncio, la situación del seleccionado sigue en el mismo punto donde todo empezó. La única diferencia es que ahora entrena por su cuenta, apartado del plantel que dirige el uruguayo Guillermo Almada y sin minutos de juego desde la pasada Copa Oro.
“Seguimos igual, a la espera de que Luis cubra su cláusula”, explica a La Jornada Armando Martínez, presidente del equipo de la Bella Airosa. “En caso de que no realice el pago, el jugador tiene que volver con nosotros, porque le restan dos años más de contrato”.
Martínez desconoce si Chávez ha reconsiderado la idea de permanecer en el futbol mexicano. Tampoco tiene noticias sobre el punto en el que se encuentra la negociación con el Dinamo de Moscú, que presentó una propuesta formal hace unos meses, a pesar de las barreras financieras impuestas por FIFA.
“No nos hemos puesto una fecha límite. Esperemos que esta misma semana quede todo”, confía el directivo del Pachuca, con la tranquilidad de haber hecho lo que estaba en sus manos para cumplir el sueño del mediocampista.
De ser uno de los elementos más destacados en el pasado Mundial y la Copa de Concacaf, Chávez enfrenta ahora una batalla contra el tiempo para volver a la cancha. A pesar del interés que mostraron otros clubes de la Liga Mx por adquirir sus servicios, entre ellos el Monterrey con una oferta millonaria, su carrera dio un cambio de dirección que puede dejarlo sin actividad por varios meses.