Minneapolis. Tou Thao, el último ex policía de Minneapolis condenado en un tribunal estatal por su papel en el asesinato del afrodescendiente George Floyd, fue sentenciado ayer a cuatro años nueve meses en prisión.
Thao testificó que sólo sirvió de “cono de tráfico humano” cuando impidió el paso a transeúntes preocupados que se reunieron cuando el ex oficial blanco Derek Chauvin, se arrodilló sobre el cuello de Floyd durante nueve minutos el 25 de mayo de 2020. Otros dos policías también se hincaron sobre el detenido y Thao los protegía, como mostró el video grabado por un transeúnte.
El asesinato provocó protestas en todo el mundo contra las prácticas de racismo y brutalidad de la policía.
En su audiencia, Thao declaró: “Yo no cometí estos crímenes. Mi conciencia está tranquila. No seré un Judas ni me uniré a una multitud en autopreservación ni traicionaré a mi Dios”.
En mayo, el juez del condado Hennepin, Peter Cahill, encontró a Thao culpable de ayudar e incitar un homicidio involuntario en segundo grado, pues ayudó a que sus colegas siguieran sometiendo a Floyd, e impidió que personas que presenciaron el asesinato, entre las que había un técnico de emergencias médicas, se acercaran al detenido.
“Las acciones de Thao fueron aún más irrazonables a la luz del hecho de que tenía el deber de intervenir para detener el uso excesivo de la fuerza por los otros oficiales y estaba capacitado para dar asistencia médica” escribió Cahill, quien sentenció al ex policía a 57 meses, el extremo superior del rango recomendado según las pautas estatales.
En Chicago, una niña de ocho años que jugaba en un patinete murió cuando le disparó en la cabeza un hombre que estaba molesto por el ruido que hacía la menor.
El crimen ocurrió el sábado en el barrio de Portage Park. El hombre fue arrestado el mismo día. Vecinos colocaron animales de peluche y girasoles al pie de un árbol cerca de donde murió la niña. Las identidades de la víctima y el atacante no se han revelado.