Houston. El gobernador de Texas, Greg Abbott, descartó ayer que las boyas que mandó instalar en el río Bravo para contener el cruce de migrantes desde México a Estados Unidos causaran la muerte de las dos indocumentados recientemente.
Las declaraciones del gobernador se conocieron en momentos en que el diario The Dallas Mornig informó que las autoridades de Texas fueron advertidas por la Comisión Internacional de Límites, que controla el río Bravo, que instalar boyas o barreras de alambres violaban las leyes federales y tratados fronterizos con México.
El republicano ordenó colocar en julio pasado este muro flotante de color naranja sobre unos 305 metros del río, entre Texas y Piedras Negras, uno de los tramos utilizados por migrantes para entrar a Estados Unidos. El río es la frontera natural entre ambos países en esa zona.
La semana pasada, la Secretaria de Relaciones Exteriores de México informó del hallazgo de dos cuerpos en la zona. Uno de ellos estaba “atorado en la parte sur de las boyas”, mientras el segundo se encontró a cinco kilómetros.
“Las boyas usadas por Texas no causaron el ahogamiento de los dos fallecidos”, afirmó Abbott en la red social X, antes conocida como Twitter. También se han instalado barreras de alambres de púas en la frontera para bloquear el paso de los indocumentados.
El gobernador, férreo crítico de las políticas migratorias del presidente demócrata Joe Biden, respondió a una nota informativa publicada por el diario texano The Dallas Morning News en el que se asegura que las autoridades de Texas sabían que instalar boyas o barreras de alambres violaban las leyes federales y tratados fronterizos con México.
“Lo que esta historia no les dice es que informé a Biden hace casi un año sobre la autoridad constitucional de Texas para asegurar la frontera”, sostuvo sobre la publicación Abbott, quien responsabiliza al mandatario de la crisis migratoria que vive en Estados Unidos.
El Dallas Morning News precisó que el 29 de marzo pasado “un capitán de la Patrulla de Caminos de Texas incluso le pidió a la Comisión Internacional de Límites, que controla el río Bravo, que lo ayudara con un permiso que la ciudad de El Paso se negó a otorgar para poner electricidad en un remolque de comando” para las boyas debido a que estaba en propiedad federal y sin autorización.
“Funcionarios de numerosas agencias estatales fueron informados durante al menos siete meses (desde diciembre pasado) que Texas necesitaba un permiso federal antes de invadir tierras federales o instalar barreras en el río o a lo largo de este”, señala el diario, al citar documentos de esa comisión.
La comisión “dejó en claro repetidamente a los funcionarios de Texas nuestras preocupaciones sobre sus actividades en el territorio bajo (su) jurisdicción”, precisa el Dallas Morning.
El Departamento de Justicia presentó hace unas semanas una demanda civil para impedir que el gobierno de Abbott coloque barreras adicionales y retire las ya existentes.