Madrid. El bloque de la derecha se mueve para desbloquear una posible investidura del líder de derechista Partido Popular (PP), Alberto Núñez Feijóo, quien abogó por un “acuerdo amplio y constitucional” para evitar que un gobierno de “24 partidos”.
Calificó de “avance importante” el anuncio de la formación de extrema derecha Vox, cuyo líder, Santiago Abascal, ofreció sin condiciones los votos de sus 33 diputados para la sesión de investidura.
Las elecciones del pasado 23 de julio dejaron un Congreso de los Diputados más fraccionado y polarizado que nunca. El PP fue el más votado, con 137 diputados, pero las posibilidades de obtener los 176 escaños que otorgan la mayoría absoluta y, por tanto, la posibilidad de ser investido, son escasas. Entre otros motivos porque su potencial aliado, Vox, que es la tercera fuerza del país y tiene 33 diputados, es una línea roja para la mayoría de las fuerzas parlamentarias, sobre todo las nacionalistas vascas y catalanas, que son las que tienen la llave del gobierno.
En este contexto, la actual coalición en el poder, integrada por el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y Sumar, tienen más opciones de formar mayoría de gobierno con el resto de partidos, pero aún está lejos un potencial acuerdo. El PSOE, con 121 diputados, y Sumar, con 31, únicamente tienen 153 diputados, por lo que necesitarían los de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), que tiene siete; EH-Bildu, con seis; Partido Nacionalista Vasco (PNV), con cinco; el Bloque Nacionalista Galego (BNG), con uno; y, finalmente, sería crucial el apoyo de los siete diputados de Junts per Catalunya (JxCat), la formación nacionalista catalana liderada desde Bélgica por el ex presidente Carles Puigdemont, quien es reacio a apoyar la investidura del actual presidente socialista Pedro Sánchez.
Esto significa que los plazos para una futura investidura serán lentos, ya que ningún bloque, ni el de derecha ni el de izquierda, cuenta con los apoyos necesarios para sacar adelante la investidura.
De ahí que el movimiento de Vox haya sido recibido por el PP como “un avance importante”, ya que decidió ofrecer sus votos sin la exigencia original de formar parte del gobierno. Es decir, que el PP podría ir en solitario, con lo que sólo tendría que negociar la abstención de alguna de las formaciones nacionalistas conservadoras, PNV o JxCat, lo cual no se vislumbra.
Aun así, Núñez Feijóo insistió en su idea de un “acuerdo amplio y constitucional” para sacar adelante la investidura y crear así un gobierno en solitario.
“Es necesario un partido para un gobierno y no 24 partidos gobernando en España. Tantas formaciones con ideologías e intereses políticos distintos es lo contrario a la gobernabilidad de nuestro país”, aseveró el líder del PP.