La Paz., El presidente boliviano, Luis Arce, llamó ayer a los países del continente a unir esfuerzos para una lucha regional contra el narcotráfico que, según dijo, ha penetrado las esferas políticas.
El mandatario señaló que el tráfico de drogas pone en riesgo la “seguridad de los estados” y, por tanto, “debe ser combatido desde una perspectiva regional, respetando la soberanía” de los países. Este mensaje lo planteó en ocasión del aniversario 198 de la independencia de la nación andina.
Su gobierno se ha visto golpeado estos días por un escándalo nacional tras la fuga de uno de los más buscados narcos del continente y quien estuvo viviendo en Bolivia con identidad falsa. Tras una semana de redadas con miles de policías movilizados, el ex futbolista uruguayo Sebastián Marset no ha podido ser encontrado hasta el momento.
Según las autoridades, Marset montó un poderoso cartel con conexiones en Uruguay, Paraguay y Bolivia para exportar cocaína a Europa. Está acusado de haber planeado el asesinato del fiscal paraguayo Marcelo Pecci, cometido en mayo del año pasado en Colombia, cuando éste disfrutaba de su luna de miel.
“El narcotráfico ha estado inmerso en la política boliviana con saldos desastrosos”, sostuvo el mandatario al repasar otros sonados casos del pasado. Bolivia es el tercer exportador de cocaína en el mundo después de Colombia y Perú.
Admite daños en Bolivia por la corrupción
En su informe al país pronunciado en la misma sala donde hace 198 años un puñado de patriotas firmó el acta de independencia en la sureña ciudad de Sucre, el mandatario también admitió que la corrupción afecta a su administración y anunció la puesta en marcha de un sistema de contratos públicos en línea en un esfuerzo por transparentar la administración.
Las celebraciones por las fiestas patrias incluyeron desfiles, festivales musicales, rituales a la Pachamama (Madre Tierra) y ceremonias religiosas durante el fin de semana, y concluirán este lunes con un desfile militar.