El incremento en los ingresos de los hogares mexicanos, en el largo plazo, se podría convertir en un aumento en la demanda interna, pues se elevarían los niveles de consumo y también de ahorro, afirmó José Carlos Sánchez, economista senior de HSBC México.
“Los ingresos son clave para la demanda interna, ya que constituyen gran parte del consumo privado e inversión. Un aumento sostenido y significativo podría traducirse en mayor capacidad de compra y también de ahorro”, dijo el economista.
Según Sánchez, el aumento en los ingresos también tiene un beneficio para la actividad bancaria, puesto que las familias tienen un mayor acceso a productos de crédito que puedan ir destinados a bienes no durables o durables.
“Asimismo, una capacidad de ahorro también podría traducirse en tener acceso a productos de inversión, que generen rendimiento sobre el ahorro. Por lo tanto, un aumento sostenido en el ingreso de los hogares tiene beneficios claros desde el punto de vista de la actividad bancaria y el acceso a sus productos”, apuntó.
Avances
Los comentarios se dan luego que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) presentó la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos en los Hogares, en la cual, se dio a conocer que los ingresos crecieron entre 2020 y 2022 a una tasa anual de 11 por ciento, con un promedio trimestral de recursos de 63 mil 695 pesos.
–¿Qué es lo que explica el incremento en el ingreso de los hogares?
–Se debió a una combinación de factores, entre los que destaca el ingreso recurrente de los hogares. Se aprecia una recuperación importante respecto al impacto negativo que sufrieron a raíz de la pandemia.
“La mayor parte de este tipo de ingresos mostraron mejoría, por lo que todos contribuyeron en cierta medida. Sin embargo, pensamos que ingresos recurrentes asociados al trabajo tienen un rol más importante, ya que podrían reflejar una mejoría en la capacidad productiva y una fuente de ingreso más estable hacia adelante.”
Enfatizó que la mayor parte de los ingresos han mostrado un mejor desempeño, y en cierta medida, todos los ingresos que provienen de remesas, transferencias, pensiones o programas gubernamentales han contribuido, pero es la fuerza laboral la que más peso tiene.