Melbourne. La derrota que desemboca en una nueva era del futbol femenil. Un milímetro determinó de manera inesperada y dramática la eliminación más temprana del tetracampeón Estados Unidos en un Mundial de mujeres. El episodio que marcará el final de la hegemonía de las estadunidense fue con una tanda de penales en la cual cayeron 5-4 ante Suecia en los octavos de final de Australia-Nueva Zelanda.
Con la corona de bicampeonato y con cuatro cetros en su historia (1991, 1999, 2015 y 2019) fue como llegó Estados Unidos a este certamen. Su logros y el potencial de sus jugadoras la perfilaron sin miramientos como la favorita para retener el título. Sin embargo, las complicaciones comenzaron desde antes del certamen.
En un primer vistazo a este incidente del futbol femenil, la selección de las barras y las estrellas perdió por una decisión del VAR. Los más de 27 mil aficionados en el Melbourne Rectangular Stadium vivieron entre el nerviosismo y silencio el momento en el que la silbante francesa Stéphanie Frappart validó el penal de la sueca Lina Hurtig, el cual cruzó la meta por un margen milimétrico.
La portera estadunidense, Alyssa Naeher, alegó sin éxito que había detenido el disparo de Hurtig, pero la determinación del VAR fue inapelable. “Hemos perdido el Mundial por un milímetro. Eso duele”, diría la guardameta.
Antes, la emblemática Megan Rapinoe, la veterana Kelly O’Har y la juvenil Sophia Smith erraron sus disparos desde los 11 pasos. Las suecas Nathalie Bjorn y Rebecka Blomqvist también fallaron en su respectivo turno.
En el tiempo reglamentario, Estados Unidos dominó con su mejor juego hasta ahora en el torneo. La portera sueca Zecira Musovic también salió a la cancha con convicción y atajó los ataques del rival para que el partido se definiera en penales tras un marcador en ceros.
Ha sido una estocada que lleva a las estadunidenses a un análisis justo cuando el futbol femenil ha comenzado a recibir un mayor respaldo para su evolución. De manera individual también fue una dolorosa despedida para Rapinoe, quien se retirará como profesional al término de esta temporada.
“Este grupo de jugadoras, obviamente, están heridas, y es un momento difícil”, reconoció Andonovski. “Es una broma cruel. ¿Cómo podría haber fallado un penal?”, lamentó Rapinoe.
Estados Unidos no había faltado en los últimos ocho mundiales a una semifinal. Hasta ahora la peor actuación del equipo en un torneo internacional fue en los Juegos Olímpicos 2016 cuando cayeron en los cuartos de final, precisamente en un partido con Suecia.
En contraste, las suecas nunca han ganado un título internacional, su participación más trascendental fue haber llegado a la final del Mundial 2003. Ahora, buscarán las semifinales el martes cuando enfrenten a Japón.
Desde una perspectiva más amplia, la derrota de las estadunidenses deviene de varios factores. En medio de un cambio generacional que vive el plantel, el diario USA Today hizo hincapié en las ausencia de Mallory Swanson y Catarina Macario, quienes fueron baja por lesión. Sport Illustrated recordó que la actuación del equipo bajo el mando de Vlatko Andonovski no cumplió con las expectativas en la fase de grupos al destacar la baja cuota de goleo y el empate con Portugal.
Lo cierto es que el futbol femenil ha cambiado desde la final de Francia 2019. La inversión en esta categoría ha dado frutos en Europa. La liga estadunidense ya no es el destino más atractivo para los mejores talentos del mundo; ahora, varias jugadoras aspiran a los lucrativos contratos europeos.
Así, la supremacía del futbol femenino estadunidense se convirtió en un mito que perduró hasta el torneo de Australia-Nueva Zelanda. Ahora, la escuadra de las barras y las estrellas mira hacia el próximo verano para reivindicarse en los Juegos Olímpicos de París 2024.