Tras ser identificado en el Servicio Médico Forense, el cuerpo de Luis Arturo Zúñiga Ruiz –el hombre que arrojó a Celia Adriano a las vías del tren en la estación del Metro Hidalgo– fue entregado a sus familiares, quienes manifestaron que el joven de 27 años no tenía relación alguna con su víctima.
Desde la tarde del pasado miércoles, la familia de Luis Arturo inició la búsqueda del hombre, quien durante la madrugada, a través de sus redes sociales, escribió un mensaje donde alertaba que se quitaría la vida.
De acuerdo con fuentes cercanas a la investigación, un día antes de lo ocurrido en el andén de la línea 2, la familia cuestionó su comportamiento, lo cual molestó a Luis Arturo, quien se sentía incomprendido, ante los cuadros de depresión que en ocasiones llegaba a presentar.
A pesar de que agradeció a su familia por tolerarlo, se quejó de que para ellos todo lo que hacía estaba mal y lo acusaban de dramático.
En el mensaje póstumo también manifestó el odio a una mujer de la cual se enamoró y ella, indicó, sólo lo utilizó como parte de un reto.
Ante el texto, su familia, a través de las redes sociales, solicitó apoyo para su búsqueda, hasta que llegaron a la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, donde se realiza la investigación por el delito de homicidio culposo por tránsito de vehículos en contra de Luis Arturo.
Tras identificarlo, hicieron el reclamo del cuerpo y señalaron que desconocían qué lo motivó a cometer el crimen, debido a que ellos no se conocían y descartaron que mantuvieran alguna relación sentimental, lo que se había señalado como la causa de que la empujara.
Tras identificar que Luis Arturo Zúñiga Ruiz presuntamente estuvo en el andén de la estación del Metro Hidalgo, en espera del convoy, para, al verlo llegar, empujar a las vías a Celia, de apenas 19 años, la fiscalía descartó que se tratara de un accidente e inició la investigación por el homicidio, que continuará.