Si el punto fuera encontrar una solución, la mejor y más práctica para evitar “violencia simbólica” (sic) y/ o “agresiones verbales” en cualquier “modalidad o formato” (recontra sic) contra Xóchitl Gálvez, sería que la senadora plurinominal panista de plano se abstenga de hablar en público, porque cada vez que abre la boca mete la pata y lo único que provoca es invitar al respetable a que califique y exprese su sentir sobre la inagotable cantidad de sandeces que la hidalguense hace y dice día tras día.
Sin embargo, lejos de proceder en tal sentido inteligente (aunque es pedir peras al olmo), la “agredida” se regodea de su ridículo cotidiano y todavía exige “respeto”, cuando ella misma es una máquina expendedora de majaderías y agresiones, y como no está dispuesta a cerrar el pico recurre a las instancias electorales (“autónomas”, desde luego) para que no “hablen mal de mi” (cuando en los hechos es una contumaz incitadora) y lograr silenciar a quienes denuncian sus excesos, mientras ella despotrica a gusto.
Ante tal panorama, y con la colaboración de “manos amigas”, recurrió al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) para lograr su objetivo: la sala superior de esta instancia ordenó (por unanimidad) al Instituto Nacional Electoral (INE) que su unidad técnica de lo contencioso elaborara, y lo hizo, un proyecto (también aprobado por unanimidad), mediante su comisión de quejas y denuncias, que cobijara a la maestra hidalguense de aritmética. Listo: obligado silencio de todos, mientras ella libremente puede lanzar ajos y cebollas a diestra y siniestra, y provocar al respetable. Equidad, ante todo.
Así, el INE, por instrucciones del TEPJF, “ordena al Presidente de la República se abstenga bajo cualquier modalidad o formato, de realizar manifestaciones, emitir comentarios, opiniones o señalamientos sobre temas relacionados con los derechos políticos de la quejosa y de las mujeres, ya sea de forma positiva o negativa, cuidando que su actuar se encuentre ajustado al respeto irrestricto de los derechos de las mujeres”. De pilón, mandata que “de inmediato se bajen extractos de cuatro mañaneras (del 10, 11, 14 y 17 de julio pasado), divulgadas en plataformas oficiales” ( La Jornada, Fabiola Martínez).
En la “argumentación” del proyecto se explica: “luego de analizar las frases emitidas por el mandatario, se indica que existe la posibilidad de generar entre el auditorio de las mañaneras la idea de que Gálvez participa en el proceso para elegir al representante del Frente Amplio por México, como parte de una decisión de un grupo de hombres y cuya trayectoria responde a una estrategia de subordinación como parte de un acuerdo de dicho grupo y no como resultado de su trayectoria profesional y política al referir que participa por decisión tomada por hombres”.
No cabe duda: los participantes en esta “defensa” de la también ex vendedora de pollos se quemaron las neuronas en su intento por encontrar un pretexto –muy rascuache– para silenciar al Presidente de la República, y si ello fuera poco las palabras de Claudia Zavala, presidenta de la citada comisión del INE, son alentadoras: “pido a las mujeres en la política –y en todas las áreas– no aguantar y, al contrario, tener cero tolerancia hacia cualquier tipo de violencia. Yo no creo que en política tengamos que aguantar nada, y justamente la denuncia es una vía para visibilizar cualquier tipo de violencia, porque si no, vamos a preservar los sistemas patriarcales… vean los presidentes de los partidos políticos, ¿dónde están las mujeres?… las mujeres políticas no tienen que aguantar nada” ¡Olé!
Pero, como bien lo recuerda Fabiola Martínez en su nota de La Jornada, “la consejera (Zavala) votó en contra en la sesión del 20 de julio pasado cuando (…) no se concedieron las medidas solicitadas por Xóchitl, quien impugnó ante la sala superior del TEPJF y se ordenó a la comisión un nuevo análisis, ahora bajo el parámetro de que el mandatario utilizó estereotipos de género”, es decir, lo mismo que se rechazó dos semanas atrás, ahora sí resultó válido por tratarse, dijo, de “acciones sutiles que generan violencia simbólica”. ¡De la manga!, pues.
Y como dice López Obrador: “¿violencia de género? ¿Qué, no es cierto que es la candidata de Claudio?”
Las rebanadas del pastel
Recomienda el esperpéntico Vicente Fox: “deja la destruida y obsoleta educación pública y únete a la privada para progresar”. Ajá, pero si los resultados son como los obtenidos por el analfabeta ex inquilino de Los Pinos, quédate en la pública.
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