Vecinos de la colonia Gertrudis Sánchez segunda sección exigieron a la alcaldía Gustavo A. Madero y al gobierno capitalino un dictamen externo al que realicen las autoridades, a fin de corroborar que no existe riesgo en sus viviendas, además de conocer hasta dónde llega la afectación de la tubería de drenaje que provocó el socavón que la madrugada del jueves se tragó un gimnasio de box.
Los habitantes que residen desde hace varios años frente al deportivo Gertrudis Sánchez, junto con vecinos de las colonias San Pedro el Chico y San Juan de Aragón llamaron a las autoridades a atender los hundimientos y socavones en diversas calles, luego de que “no han sido escuchados”.
En el deportivo, ayer se intensificaron los trabajos que podrían terminar en los siguientes 30 días, luego de que el director general de drenaje del Sistema de Aguas, Miguel Carmona, señaló que se abrirá un acceso de la calle al inmueble para ingresar la maquinaria pesada.
Además, se colocará estructura metálica para proteger los taludes del socavón y evitar que siga incrementando su tamaño, que alcanzó 10 por 20 metros, y una profundidad de unos 10 metros.
Posteriormente, se demolerá y retirará el escombro de lozas, muros y trabes y la reparación del colector, con lo que se cambiarán 20 metros de tubería del colector de 1.83 metros de diámetro por personal especializado. Carmona insistió en que no hay riesgo para la población.
Olga Sánchez Calderón, quien habita en el domicilio que adquirió su padre en 1950 en la calle Norte 94, que se ubica frente al inmueble siniestrado, insistió en que “nos dijeron que no hay riesgo porque la tubería corre en paralelo a las casas, pero el agua es el agua, queremos un dictamen externo”, al recordar que que las autoridades tardaron “más de un año para tapar el socavón (en inmediaciones) de la casa de la cultura”.
En un recorrido, se observó que los hundimientos que se encuentran en la calle Norte 94 casi esquina con avenida Talismán, pero en la colonia San Pedro el Chico, “se comieron” la mitad de las coladeras, otras están por encima del suelo, y un tramo de las guarniciones también “desapareció”.
Sergio Torres, Angélica y Estela Hernández, habitantes de esa colonia, lamentaron que no han sido escuchados por el alcalde de Gustavo A. Madero, Francisco Chíguil, a pesar de las quejas presentadas, pues en el área de los hundimientos hay un área verde donde permanece un asentamiento irregular.
Mientras, en el caso de la avenida 503 los residentes decidieron cerrar desde hace más de dos años un sentido de la vialidad para evitar que el hundimiento llegue a sus viviendas, y el otro carril lo convirtieron en doble dirección.