El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) emitió un pronunciamiento en el que rechaza los llamados a la “quema o destrucción” de los Libros de Texto Gratuitos (LTG), y afirma que el magisterio nacional los defenderá porque “son una herramienta fundamental de justicia social, que fortalecen la gratuidad, equidad y obligatoriedad educativas, que afianzan el derecho humano a la educación”.
El sindicato magisterial aseguró que respeta el derecho y las libertades de todos a hacer política, pero "demandamos que ninguna fuerza política, facción ideológica o grupo de interés pretenda convertir a la escuela y la educación públicas en el campo de sus disputas. Que dejen en paz y libre de sus violencias a la educación”.
Afirma que los LTG son “un logro histórico, una política pública que debe quedar fuera de disputas partidistas. Este logro ha trascendido y trascenderá coyunturas electorales. Nadie podrá vulnerar el sistema educativo nacional ni debilitar la escuela pública. Nadie podrá destruir los LTG”, por lo que apoyará todos los esfuerzos que “fortalezcan y mejoren la educación pública, las escuelas, los libros texto y el conjunto de materiales educativos”.
En el documento, el gremio magisterial destaca que defender los nuevos materiales educativos “como una conquista social no implica tener una posición acrítica sobre su contenido”, tras recordar que los maestros cuenta con experiencia para formular observaciones y propuestas, a fin de “mejorar y corregir las diferentes ediciones que ha habido en la historia de los LTG. Así lo haremos ahora, con profesionalismo y sin estridencias”.
Subraya que en días recientes se incrementó el debate sobre los LTG ante el interés que genera en la comunidad escolar, pero advierte que “estamos conscientes, sin embargo, de que el debate crece también porque hay sectores de opinión, grupos políticos y facciones ideológicas que pretenden usar la coyuntura para atacar al gobierno federal y posicionarse con miras a las próximas elecciones”.
En este contexto, el SNTE reiteró que la educación y la escuela públicas “son un patrimonio irrenunciable del pueblo de México. La educación es un derecho humano, un bien público y una obligación indelegable del Estado, por lo que debe ser una auténtica política de Estado y de nación, por encima de las disputas políticas y partidistas”.
Por ello, enfatizó que promoverá entre los maestros del país que tanto para el codiseño del Programa Analítico, como para el uso de los libros y los diversos materiales educativos, “empeñen su preparación, su experiencia profesional, la autonomía curricular, la libertad de cátedra y el pensamiento crítico”.