A diferencia de otros multimillonarios mexicanos, que optan por un perfil bajo o asoman calculadamente sólo en actividades filantrópicas o “sociales”, Ricardo Salinas Pliego ha decidido construirse en redes de Internet el rol de un personaje soez y prepotente, a falta de argumentación y calidad intelectual que le permita sostener discusiones serias y, sobre todo, constructivas.
En su más reciente escándalo, el de la televisiva y tuitera promoción mentirosa de un arribo del “comunismo” a México por la vía de libros de texto gratuitos, el accionista mayoritario del Grupo Salinas ha pretendido embarrar algunas consideraciones “serias” a su estilo procaz, que resultan aberrantes porque intenta labrarse una estampa contraria a los gobiernos y a los errores y favores que producen, lo cual no se conduele de su verdadera historia.
Compró Imevisión, la empresa de televisión pública, en tiempos gobernados por Carlos Salinas de Gortari, mediante operaciones que incluyeron un préstamo “a la palabra” de 30 millones de dólares por parte del hermano de ese presidente de la República, Raúl, a quien se reputaba como comisionista y operador financiero fraterno. Otro episodio oscuro se refiere a la manera en que se hizo de lo que hoy es el canal 40 de televisión.
Sin embargo, y a pesar de su narrativa de fin de sexenio contra los “gobiernícolas”, contra los “güevones” y “ladrones” que nos gobiernan, propuso integrar un comité asesor empresarial de la Presidencia de la República, del que obviamente forma parte.
La acometida sin sustento para proclamar el advenimiento librero del comunismo es una forma de presión política, intento de chantaje, al gobierno federal, que no ha cedido en defender en tribunales el cobro de impuestos y otros rubros fiscales a empresas de Salinas Pliego.
Llama la atención el comedimiento simplón con que el presidente Andrés Manuel López Obrador suele reaccionar ante exabruptos y retos que lanza el dueño de Televisión Azteca que, ciertamente, apoyó al tabasqueño en su tercera campaña presidencial, cuando todo apuntaba a que era imparable su victoria. A diferencia de lo que suele hacer con reporteros de a pie que le incomodan en la mañanera con preguntas directas y sostenidas, a quienes aplica un rigor ácido, en el caso de Salinas Pliego y Tv Azteca diluye el riesgo de confrontación, llama “amigo” al conductor estrella de esa televisora y mantiene buen ánimo hacia el dueño.
El tema no es así de sencillo: hay una batalla cultural e ideológica en curso, uno de cuyos flancos es la derecha y la ultraderecha a las que están sirviendo mendazmente Tv Azteca y Salinas Pliego. Espantar hoy con el petate del comunismo mediante obvias mentiras y exageraciones (errores ha habido y habrá en los libros de texto; todos son perfectibles, pero ese no es el fondo del asunto) es agraviar a la sociedad, insertar ponzoña y aumentar la división social. Igualmente, el tuiteo lépero, misógino y fofo es otra forma de enfangar las aguas sociales.
Por si alguien estuviera pendiente de la posibilidad de que Gilberto Lozano fuera candidato presidencial independiente, el dirigente de la asociación de casas de campaña voladoras conocida como Frena anunció la noche del miércoles que no lo será (salvo que hubiera un “milagro”) porque empresarios, medios, INE y “el sistema” han cerrado las puertas para esa opción “ciudadana”. La elección presidencial de 2024, aseguró, ya está “tamaleada”.
La declinación de Lozano se produjo durante una entrevista en el programa Y que viva Cristo Rey, conducido por el padre Daniel y Alejandro González (https://goo.su/hRdWgO). Lozano aseguró que los ataques de la alianza opositora en su contra son “peores que los de Morena, de más bajo nivel” y que él no va a permitir que lo acusen de “haberle robado un solo voto” a ese espejismo opositor que finge que hay “tiro” con la 4T, pero es un engaño, pues “van a salir rivales con cola que les pisen”. ¡Hasta el próximo lunes!
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