Madrid. El secretario del Consejo de Seguridad de Ucrania, Oleksi Danilov, aseguró ayer que los acuerdos con sus socios internacionales no les impide atacar territorio ruso, siempre y cuando sea con armamento de fabricación nacional.
En un momento en el que se especula acerca del origen de los drones con los que Rusia fue atacada en varios puntos de su territorio, entre ellos Moscú, en los últimos días y sin que Kiev se haya atribuido oficialmente la autoría, Danilov aseguró en televisión que nada prohíbe a Ucrania llevar dichas ofensivas a cabo.
“Tenemos acuerdos con socios de no usar sus armas para ataques en el territorio de Rusia para que no sean acusados de participar en la guerra, pero esto no afecta a las armas que nuestro complejo militar-industrial produce”, afirmó el funcionario.
Danilov destacó la industria militar ucrania ha logrado varios aciertos, aunque prefirió no dar detalles. Semanas antes, el secretario confirmó que los servicios de seguridad estuvieron involucrados en ambos ataques al puente de Crimea, en octubre de 2022 y en julio pasado.
Durante una rueda de prensa, la portavoz del Comando Operativo Sur del ejército, Natalia Humeniuk, rechazó que Ucrania esté detrás del intento de ataques a buques rusos denunciado días atrás por Rusia.
Humeniuk aseguró que estas acusaciones no son más que “provocaciones”, con las que Rusia busca infundir “miedo” a quienes quieren operar en los puertos ucranios.
A principios de semana, el Ministerio ruso de Defensa afirmó haber neutralizado tres embarcaciones no tripuladas que pretendían atentar contra dos buques rusos que patrullaban el mar Negro. Acusaciones que Kiev negó.
En los últimos días, el centro de Moscú, entre otras regiones rusas, ha sido objetivo de vehículos aéreos no tripulados. Rusia comparó estos ataques con los del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York, mientras Ucrania advirtió que, a medida que continúa la invasión, el Kremlin, debe ser consciente de que la guerra irá penetrando cada vez más en territorio ruso.
Por otra parte, el primer ministro polaco, Mateuz Morawiecki, afirmó que los combatientes del grupo mercenario Wagner son “extremadamente peligrosos” y que están siendo trasladados cerca de la frontera de Polonia, para desestabilizar a la Organización del Tratado del Atlántico Norte.
Los soldados de Wagner comenzaron a entrenar con las tropas bielorrusas, incluso en un campo militar a sólo unos kilómetros de la frontera polaca, lo que llevó a Varsovia a mover más de mil tropas más cerca de la zona limítrofe. Esta semana, Polonia acusó a Bielorrusia de violar su espacio aéreo con helicópteros militares, acusación que Minsk negó.
En tanto, el secretario de Estado estadunidense, Antony Blinken, acusó a las autoridades rusas de “chantaje” por su reciente retirada del acuerdo para exportación de cereales ucranios, en el Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU).
Blinken, que preside una reunión sobre inseguridad alimentaria en la sede de la ONU en Nueva York, apuntó que para la garantía de la paz en el mundo, “el hambre no debe convertirse en arma de guerra”.