Washington. Donald Trump se entregó ayer a las autoridades federales en esta capital para ser arrestado y antes de ingresar a un tribunal frente a una juez magistrada escuchó la acusación criminal en su contra y se declaró “no culpable” de cuatro cargos relacionados con los presuntos intentos de revertir la elección de 2020, violando los derechos de los votantes, pero sus abogados y aliados dejaron en claro que están apostando más a lo que ocurre en la arena política que lo que enfrenta el ex presidente en la arena judicial.
Esta es la tercera acusación criminal contra el ex presidente en los últimos cuatro meses –ningún otro ex presidente estadunidense ha enfrentado jamás acusaciones criminales–, pero es por mucho la más seria: los cuatro delitos que se le imputan son conspiración para violar derechos civiles protegidos por ley, conspiración para defraudar al gobierno, obstrucción de un procedimiento oficial y conspiraciones para obstruir un procedimiento oficial.
Su primera cita judicial en este caso criminal federal fue supervisada por la magistrada Moxila Upadhyaya, pero el juicio será conducido por la togada distrital federal Tanya Chutkan, una ex defensora pública seleccionada de manera aleatoria, como parte del proceso normal para designar a jueces disponibles a causas en esta parte del país.
Según informes del tribunal, Upadhyaya comenzó el procedimiento solicitando el nombre completo del acusado y después le preguntó si había tomado algún medicamento que le pudiera impedir entender este proceso judicial. “No, su señoría”, respondió Trump.
La letrada informó al acusado de sus derechos legales y le leyó los cargos criminales en la acusación formal, señalando que uno de los delitos imputados conlleva una condena de prisión de hasta 20 años.
La juez entonces le preguntó al ex presidente cómo se declaraba ante estos cargos. “No culpable”, contestó.
Como ocurrió en los otros dos casos criminales, los fiscales federales permitieron que el acusado fuera liberado sin fianza (como ex presidente es protegido 24 horas al día por el Servicio Secreto), pero argumentaron a favor de un juicio expedito.
El abogado defensor de Trump en este caso, John Lauro, solicitó a la juez que rechazara la petición de un proceso acelerado dada la gravedad de los cargos y la necesidad de preparar la defensa. La juez se limitó a decir que tomará en cuenta el argumento de la defensa, pero no ofreció una decisión.
Concluyó el procedimiento programando una próxima audiencia preparativa para un eventual juicio en este caso para el 28 de agosto de 2023, aunque indicó que Trump no necesitaba comparecer personalmente ante esa audiencia.
Otras comparecencias
Los abogados de Trump estarán muy ocupados las próximas semanas. El 24 de agosto comparecen en otro tribunal federal en Florida, en el caso criminal contra su cliente por el manejo ilegal y ocultamiento de documentos oficiales secretos, y deben regresar a Washington cuatro días después para la siguiente audiencia en el caso que arrancó ayer, mientras el ex presidente enfrenta un juicio local en Nueva York –un total de 78 cargos criminales en estos tres casos y se espera el anuncio de una cuarta acusación criminal por varios cargos en Georgia, por intentar subvertir en ese estado los resultados electorales en 2020.
Frente al tribunal federal en Washington, la tarde de ayer se realizó un festival pacífico de medios, pequeños grupos de manifestantes anti-Trump y también un grupo reducido de simpatizantes y fanáticos del ex presidente, todo rodeado por seguridad de diversas fuerzas públicas desde el Servicio Secreto, los encargados de seguridad del tribunal, la policía municipal y la policía federal del Capitolio. Varios camiones de carga rodearon el edificio de tribunales federales y policías armados vigilaron los espacios públicos.
Pancartas que decían desde “Encarcélenlo” a “Negros por Trump” eran exhibidas por manifestantes junto con individuos con máscaras de Trump vestidos de reo o mantas proclamando que el ex mandatario retornará a la Casa Blanca en la próxima elección o “antes de 2024”.
Trump dejó el tribunal e inmediatamente regresó al aeropuerto. “Es un día triste para Estados Unidos”, comentó a reporteros que lo esperaban antes de abordar su avión privado.
“Esta es la persecución de un opositor político. Nunca debería de ocurrir en Estados Unidos”. Afirmó, sin dar fuentes ni pruebas, que tiene una amplia ventaja contra Joe Biden en las encuestas y reiteró que todo esto es parte de un intento para evitar que gane la presidencia. “Si no le puedes ganar, lo persigues o lo fiscalizas”, sostuvo.
Su abogado Lauro, en entrevistas con medios estadunidenses, argumentó que este es un caso de libertad de expresión.
El presidente, dijo recientemente, “tiene todo el derecho de abogar por una posición en la cual creía (que hubo fraude que derivó en su derrota) y que sus simpatizantes creían lo mismo”. Agregó que “es la primera vez en la historia nacional en la que una presidencia está criminalizando la libre expresión contra una presidencia anterior. Son argumentos que se ofrecerán a detalle durante el juicio”.
Comprobar la conspiración
Los fiscales federales, en la acusación formal, dejan claro que Trump continuó promoviendo versiones falsas sobre la elección a pesar de que sabía que había perdido, pues había sido informado por varias agencias y funcionarios al respecto. Señalan que en un momento, cuando el ex presidente intentaba convencer sin éxito a su entonces vicepresidente Mike Pence de hacer lo necesario para impedir la certificación del voto, Trump, frustrado, le dijo: “eres demasiado honesto”.
Además, el centro del caso no es sobre si Trump aseguró que había ganado las elecciones de 2020, sino si conspiro con otros para organizar nuevos conteos en estados claves para poner en duda las elecciones y sobre si presionó a otros, incluyendo al secretario del estado de Georgia y a Pence a buscar formas de anular los comicios, todo lo cual es difícil, tal vez imposible, de justificar.
Por ello, la mejor defensa para el ex mandatario no está dentro de un tribunal, sino en la pugna política en torno a las elecciones presidenciales de 2024. En un mensaje por redes, Trump declaró que ser acusado “es un gran honor porque me están arrestado por ti” -–repitiendo su estrategia de proclamarse el salvador de Estados Unidos. Al mantener su posición como el republicano dominante del país, ya varios de los precandidatos republicanos han dicho que si son electos le otorgarán un indulto presidencial a Trump –los presidentes tienen un derecho ilimitado para indultar a criminales en este país. Y el propio Trump ha insinuando que podría contemplar un “autoindulto” si regresa a la Casa Blanca. (Sobre la acusación: https://www.jornada.com.mx/2023/08/02/mundo/020n1mun)
Donald Trump se declaró no culpable de cuatro cargos federales que lo acusan de orquestar una conspiración criminal para anular su derrota electoral 2020 – su tercera declaración de inocencia desde abril. Vía Graphic News.