San Cristóbal De Las Casas, Chis., Los escenarios de violencia como los que prevalecen en algunas regiones de Chiapas favorecen la entrada de empresas trasnacionales para la imposición de megaproyectos y el despojo de recursos naturales de los pueblos originarios, afirmó el obispo de la diócesis local, Rodrigo Aguilar Martínez.
“Lo que se ve en una forma muy notable en la Amazonia también se está dando en Chiapas; por ejemplo, en la minería y el uso de las aguas de las presas y lagunas; es una realidad muy fuerte que es necesario atender”, expuso.
En entrevista, dijo que “la riqueza de Chiapas no ha producido los efectos de que desaparezca la pobreza degradante de los individuos, familias y comunidades, porque queda en algunos sectores”.
Apuntó que a diferencia de años anteriores en que, “según he escuchado sin que me conste directamente, había control de un grupo (del narcotráfico), ahora hay un forcejeo entre dos o más grupos para ver quién tiene el control”.
Chiapas, añadió, “es clave, pues hay mucha riqueza natural, aguas, bosques, minerales, y también el ser un estado fronterizo significa que por aquí pasan muchos migrantes que pretenden llegar a Estados Unidos atravesando todo el territorio nacional”.
Autoridades de diversas comunidades de Chicomuselo demandaron en días recientes la cancelación de las concesiones mineras en ese lugar ubicado en la sierra de la entidad, donde en noviembre de 2009 fue asesinado Mariano Abarca Roblero, dirigente opositor a la explotación de minas.
En mayo pasado, según denuncia de pobladores, sujetos no identificados comenzaron a retirar, con apoyo de hombres armados, barita extraída hace unos años por la empresa canadiense Blackfire Exploration México de una mina ubicada en el ejido Grecia, municipio de Chicomuselo.
En opinión del representante de la Iglesia católica, la violencia que prevalece en algunas zonas obedece a que “han ido cambiando los criterios de valor. Antes se hablaba de la verdad, el bien y la justicia, por ejemplo, y ahora se habla de mi verdad, mi bien, mi justicia, y cuando entran esos particularismos se dificulta la armonía.
“También se ha diluido el sentido de trascendencia centrada en Dios. Ya es lo que el ser humano decida, quiera y pueda. Entonces, todo eso está repercutiendo en la relación humana cuando ya va habiendo prepotencia y búsqueda de resolverla según los propios criterios.”
–¿Ha fallado la estrategia de seguridad del gobierno federal? –se le preguntó.
–Entraríamos en aspectos concretos de lo que le corresponde al Poder Ejecutivo, Legislativo o Judicial, a nivel federal, estatal y municipal. Ya entran muchos factores y personas. En parte puede deberse a eso, compromisos que se hayan contraído desde los momentos de las campañas electorales y que ya luego tienen que asumirse en el ejercicio de la función pública.
Advirtió que conforme se acerquen las campañas políticas de 2024 “se puede recrudecer la violencia”, por lo que “es importante revisar nuestra mente y corazón, cómo resuena todo esto en mi actuación concreta, y entonces que no nos derrumbemos, y que si exigimos el ejercicio de la autoridad para la seguridad y la paz, nos comprometamos nosotros también”.
Aguilar Martínez hizo un llamado a las autoridades de los tres niveles de gobierno para que “busquen el bien común para todos, especialmente los más necesitados, no sólo para los que votaron por ellos, sino que lleguen especialmente a los que más lo necesitan, los integren al desarrollo social y que los ciudadanos nos comprometamos a colaborar”.
Comentó que las mayores expresiones de violencia se localizan en los municipios de Frontera Comalapa y Chicomuselo, pero también en Pantelhó, Trinitaria y la selva.