Los excesos cometidos por algunos fiscales estatales obedecen a distorsiones en el diseño legal, que permite que los gobernadores se involucren en su designación y para periodos prolongados de hasta 10 o 12 años, afirmó el presidente Andrés Manuel López Obrador. “Aparentemente se hizo mediante un procedimiento legal, democrático, entre comillas, pero en realidad fueron los gobernadores los que nombraron”, aseguró
El mandatario refirió el caso del fiscal de Morelos, Uriel Carmona, en el cual no se procedió aun cuando había elementos para fincarle responsabilidades.
La Corte resolvió que sólo lo pueden mover mediante juicio político, y como en el Congreso no se tiene la mayoría de dos terceras partes, pues no se puede. Sólo se les procesa si hay delitos del fuero común, dijo.
Mencionó también el caso del fiscal de Guanajuato, Carlos Zamarripa, impuesto por el grupo político que domina en la entidad, porque el gobernador, Diego Sinhue Rodríguez, a quien definió como buena persona “gobierna pero no manda”. Es decir, apuntó, en ese estado es otro fenómeno.
Sobre la Fiscalía en Tamaulipas, optó por hablar en términos generales, subrayando que es un problema legal que se agrava porque están protegidos por el Poder Judicial de la Federación.