Lisboa. El papa Francisco llamó ayer a Europa a construir puentes para la paz en Ucrania y pidió escuchar el “dolor de las víctimas” de abusos sexuales en la Iglesia, en su primer día en Lisboa para participar en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ).
El jesuita argentino, de 86 años, fue recibido con honores militares tras aterrizar por la mañana en la capital portuguesa, donde se espera la llegada de alrededor de un millón de jóvenes católicos de varios países hasta el domingo.
“Mirando con cariño sincero a Europa, en el espíritu de diálogo que la caracteriza, nos saldría espontáneo preguntar: ¿hacia dónde navegas, si no ofreces procesos de paz, caminos creativos para poner fin a la guerra en Ucrania y a tantos conflictos en el mundo?”, dijo Jorge Bergoglio en su primer discurso, ante autoridades locales y el cuerpo diplomático.
Por la tarde, el Papa acudió al monasterio de los Jerónimos, junto al río Tajo, para encontrarse con representantes del clero de este país, donde 80 por ciento de sus 10 millones de habitantes se declaran católicos.
El líder religioso abordó la delicada cuestión de los abusos sexuales a menores en la Iglesia, seis meses después de que una comisión de expertos independientes del país publicó un impactante informe.
El pontífice argentino se refirió a “la desilusión y la rabia que algunos alimentan en relación con la Iglesia, en algunos casos por nuestro mal testimonio y por los escándalos que han desfigurado su rostro”.
Estos escándalos, según él, “llaman a una purificación humilde y constante, partiendo del grito de dolor de las víctimas, que siempre han de ser acogidas y escuchadas”.
De acuerdo con el documento, realizado por encargo de los obispos portugueses, al menos 4 mil 815 menores fueron víctimas de abusos sexuales en un contexto religioso desde 1950. Estas agresiones fueron encubiertas por la jerarquía eclesiástica de forma “sistemática”, según el texto.
Recibe a víctimas de abuso sexual
Después, informó anoche el Vaticano, “el papa Francisco recibió en la nunciatura a un grupo de 13 personas víctimas de abusos de miembros del clero.
“El encuentro duró más de una hora”, se precisó.
La apretada agenda del pontífice, quien hace dos meses se sometió a una operación en el abdomen, arrancó con una entrevista con el presidente de Portugal, el conservador Marcelo Rebelo de Sousa, en el Palacio de Belém.