Ciudad de México. El sistema de salud en México, en la práctica, ya está privatizado; toda vez que el gasto de los mexicanos en el momento que tienen una necesidad de salud (gasto de bolsillo) se ha incrementado más que sus ingresos, confirmaron especialistas en desigualdad, pobreza y equidad, al analizar los datos de la Encuesta Nacional de Ingreso y Gasto de los Hogares (ENIG22).
Durante el conversatorio: "La ENIGH22: principales resultados y tendencias", organizado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), con el fin de abrir el debate nacional, Laura Flamand, coordinadora de la Red de Estudios sobre Desigualdades de El Colegio de México (Comex), afirmó que es alarmante el menor acceso a servicios de salud en México, tanto públicos como privados (50 millones de mexicanos), pero también lo que resulta preocupante es que seis de cada 10 personas recibieron atención en servicios privados.
“En la práctica, el sistema de salud en México ya está privatizado. Eso es alarmante, pues en general nuestra salud depende de que tengamos recursos e ingresos para atendernos en servicios privados. Y, además, el gasto de bolsillo, lo que las personas tienen que derogar o gastar en el momento que tienen una necesidad de salud, se ha incrementado de una manera muy significativa”, alertó Flamand.
Explicó que de acuerdo a la ENIGH las personas están diciendo que de los deciles que tienen menor ingreso en el país, del I al IV, se les están incrementando su gasto de bolsillo entre 30 y 55 por ciento.
Laura Flamand subrayó que con análisis propios y del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), se detecta un menor acceso a servicios de salud en México, 13.4 millones de personas adicionales a los 30 millones que no tenía acceso a ningún tipo de servicio de salud, prácticamente 50 millones de personas en el país nos dicen en la ENIGH que no tienen acceso a ningún servicio de salud, ni público ni privado.
Rezagos estructurales
De acuerdo con Luis López Calva, director global de pobreza y equidad del Banco Mundial (BM), los datos del ingreso que muestra la ENIGH muestran una ‘evolución favorable’, por así decirlo, en donde resaltan que ha aumentado el ingreso de los deciles de los hogares de bajos ingresos y ha disminuido el de los de altas remuneraciones.
Sin embargo, aclaró el directivo del organismo mundial, los deciles IX y X no son propiamente los hogares con las más grandes riquezas en el país, y más bien se está midiendo a la clase media y clase media alta de México, y el ingreso de estos deciles ha disminuido.
“Sabemos que para medir la pobreza en México se hace de manera multidimensional; de ahí que requiere de mucho análisis la ENIGH; pero llama la atención, por ejemplo, la atención la caída en algunos indicadores no monetarios de bienestar, así como del crecimiento de los gastos de bolsillo en la salud que crecen casi 30 por ciento”, aseveró López Calva.
Por su parte, durante su intervención en el conversatorio, Graciela Teruel, investigadora de la Universidad Iberoamericana, destacó que la ENIGH es una fotografía incompleta de la realidad.
Si bien reconoció que la ENIGH es una herramienta fundamental para el diagnóstico de la realidad y el diseño de políticas públicas.
“El resultado de la ENIGH22 nos describe una realidad compleja, llena de claroscuros, que pone de manifiesto avances y retrocesos, según los indicadores, pero confirma la persistencia de altos niveles de desigualdad y pobreza; carencias sociales; y en general, rasgos propios de la falta de oportunidades y el subdesarrollo que vive la mayor parte de la población nacional”, refrendó Teruel.
López Calva, además de destacar las brechas regionales que muestra la ENIGH, resaltó que en México hay un desempeño muy limitado de México en materia de crecimiento, en un periodo de 20 años, “y eso debe preocupar y si eso lo llevamos al terreno de la reducción de la pobreza”, en Brasil se redujo la pobreza en más de 40 por ciento; Chile, más de 80 por ciento, y México en alrededor de 30 por ciento.
“No sólo hay menor crecimiento económico, si no que éste se traduce en una menor reducción proporcionalmente de la pobreza. Hay un problema estructural en México”, precisó Calva.