Londres. El Banco de Inglaterra subió este jueves su principal tasa de interés a su nivel más alto en 15 años, intensificando su lucha contra una inflación persistentemente alta.
El aumento de un cuarto de punto porcentual, que ya era anticipado por los economistas, eleva la tasa a 5.25 por ciento en el décimo cuarto incremento consecutivo.
A diferencia de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) y del Banco Central Europeo (BCE), que también subieron las tasas un cuarto de punto la semana pasada, el Comité de Política Monetaria del Banco de Inglaterra (BoE, por su sigla en inglés) dio pocas señales de que las alzas vayan a acabar pronto, ya que se enfrenta a una elevada inflación.
La inflación británica alcanzó el año pasado 11.1 por ciento, un pico en 41 años, y ha disminuido más lentamente que en otros países, en junio se ubicó en 7.9 por ciento, el nivel más alto de las grandes economías.
“La inflación está cediendo y esas son buenas noticias”, declaró el director del BoE, Andrew Bailey. “Sabemos que la inflación afecta más a los más vulnerables, y tenemos que asegurarnos totalmente que baje a la meta de 2 por ciento”.
Debido a que la inflación está a cuatro veces ese nivel, lo más probable es que el banco vuelva a aumentar las tasas y de hecho, el jueves indicó que los intereses tienen que seguir altos por un tiempo. Prevé que la inflación no volverá a su objetivo de 2 por ciento hasta el segundo trimestre de 2025, tres meses más tarde de lo previsto en mayo.
Los bancos centrales de todo el mundo han estado aumentando las tasas de interés a fin de combatir la inflación, causada por el alza de los precios de los combustibles tras la invasión rusa a Ucrania y por las interrupciones en las cadenas de suministro cuando la economía mundial protagonizó una acelerada recuperación tras la pandemia del coronavirus.
La inflación en Gran Bretaña tiene varias causas. Muchos economistas la atribuyen a la salida británica de la Unión Europea, ya que el Brexit trabó el comercio y elevó los costos a los negocios. Otros culpan más al Banco de Inglaterra por considerar que tardó demasiado en aumentar las tasas y así permitió que la inflación se arraigara en la economía, particularmente en los aumentos salariales.
La Fed y el BCE también aumentaron las tasas de interés la semana pasada, pero dejaron ver que harán una pausa, ya que la inflación ha cedido a 3 por ciento en Estados Unidos y a 5.3 por ciento en la eurozona.
En cambio, bancos centrales de economías emergentes, como Brasil y Chile ya comenzaron a bajar los costos del dinero. El de Brasil recortó el miércoles su tasa de interés de referencia en medio punto porcentual para ubicarla en 13.25 por ciento, la primera disminución en tres años, mientras el de Chile la disminuyó en un punto porcentual para dejarla en 10.25 por ciento, al tomar en cuenta menores presiones inflacionarias y un débil desempeño económico.