Chicago. La agrupación de indie rock Black Belt Eagle Scout debió suspender sus giras durante la pandemia; en algunas presentaciones, la banda estaba programada como cabeza de cartel.
La líder Katherine Paul temía que su carrera musical en ascenso pudiera haber terminado.
Consiguió un trabajo diurno en una organización sin fines de lucro y regresó a su natal comunidad tribal india Swinomish, en el oeste de Washington, y dejó su hogar en la reserva en LaConner, Washington, a los 17 años, para asistir al Lewis & Clark College en Oregón y tocar rock.
Paul, o KP para sus amigos, de 34 años, pasaba tiempo en los bosques de cedros, caminaba por el río Skagit y tocaba su guitarra para lidiar con el aislamiento. Grabó en su teléfono fragmentos de esos paseos, y le sirvieron de base para lo que se convertiría en canciones de su nuevo disco, poderoso y empapado de grunge, The Land, The Water, The Sky.
“Creo que si no hubiera ocurrido la pandemia, probablemente no habría hecho este disco”, dijo KP, quien escribe las canciones, canta y toca la guitarra en la banda, única artista nativa estadunidense en el Festival de Música de Pitchfork, Chicago, este mes.
“Pasé mucho tiempo afuera, más tiempo de lo normal haciendo caminatas, siendo parte de la tierra. No es que nunca haga esas cosas, pero me trajo de vuelta a un lugar donde esto es lo que soy”, afirmó.
En febrero pasado, ayudó a lanzar lo que probablemente ha sido el año más exitoso hasta ahora para Black Belt Eagle Scout. La banda realizó una gira por Europa e irá a Australia a finales de este año. Dos de sus canciones, Soft Stud de un disco anterior y Salmon Stinta, de su último disco, aparecen esta temporada en la serie de televisión Reservation Dogs.
“Siempre ha sido importante para nosotros en este programa incluir artistas nativos americanos, pero más allá de la representación, la música de Black Belt Eagle Scout es hermosa y emotiva, y se adapta a estos personajes, su mundo y paisaje, y la vibra del programa”, dijo la supervisora musical de la serie.
En Pitchfork, festival de tres días que es un hito para los músicos independientes, se lleva a cabo todos los años en el Union Park de Chicago, donde este año las cabezas de cartel incluyeron a Bon Iver, Big Thief y The Smile.
KP admitió que pisar ese escenario durante julio pasado, fue angustioso, dadas sus grandes esperanzas en el espectáculo, además de la preocupación porque las tormentas pudieran arruinar su actuación.
Sin embargo, continuó, “lloré un poco después de que tocamos porque fue muy significativo. Siempre he querido tocar en este festival. Recuerdo intentarlo uno de los años anteriores a la pandemia, cuando estaba de gira y no sucedió”.
Autenticidad
Mientras crecía en la reserva india, tocaba la batería y cantaba. De adolescente descubrió bandas del noroeste del Pacífico como Mount Eerie y los sonidos del movimiento Riot Grrrl. Se mudó a Portland, Oregón, debido a su gran papel en la escena independiente que presentaba bandas como Sleater-Kinney y rápidamente se sumergió en la escena musical tocando la batería y la guitarra.
Se unió a un grupo de mujeres a las que conoció en el campo de rock para chicas en Portland. Luego tocó en muchos espectáculos pequeños en sótanos con bandas como Genders.
Pero ella quería escribir sus propias canciones y formó Black Belt Eagle Scout en 2013. Las primeras se definieron por el amor, la amistad y la curación, a menudo sólo acompañada de un mínimo de rasgueo de guitarra; sin embargo, grabaron solos abrasadores en temas como Soft Stud.
“Ella es una música auténtica y tiene mucho poder en el escenario con su presencia y sonido”, dijo Claire Glass, quien toca la guitarra en la banda y vio a KP por primera vez hace siete años.
Aunque su identidad nativa estadunidense siempre ha estado presente en sus registros, en su última producción muestra una imagen más vívida en la reserva de Swinomish. Hay referencias al salmón chinook, que se pesca tradicionalmente, y un baile powwow.
“Empecé a pensar en sentirme agradecida por la vida que me han dado, este lugar del que soy; cuánto significan para mí la tierra, el agua, el cielo, estar rodeado por ellos”, dijo KP sobre la canción Don't Give Up, la cual tiene mucho más significado “porque de la tierra es de donde es mi gente”.
Sus canciones no pretenden confrontar directamente temas como la crisis de las mujeres nativas americanas desaparecidas y asesinadas o la reubicación forzada de las tribus.
En cambio, las imagina conectando con el resto de la gente, atrayendo a más nativos a espectáculos de indie rock en lugares como Mineápolis, que tiene una comunidad nativa vibrante, e inspirando a los jóvenes de etnias a conectarse con ella después de los espectáculos.