Moscú. Un tribunal ruso desestimó ayer la apelación de Vladimir Kara-Murza contra una condena de 25 años de prisión por criticar la ofensiva en Ucrania. Es la sentencia más dura a un opositor en la historia reciente del país, lo que generó críticas de Estados Unidos y Gran Bretaña y otras potencias occidentales.
“El veredicto del 17 de abril continúa sin cambios”, dijo el tribunal de apelación, según las agencias rusas de noticias. El recurso, al igual que el juicio de primera instancia, se desarrolló a puerta cerrada.
Kara-Murza, de 41 años, fue condenado por varios cargos, incluyendo el de alta traición por difundir informaciones “falsas” sobre el ejército. El opositor sufre una enfermedad nerviosa llamada polineuropatía. Según sus abogados se debe a dos intentos de envenenamiento en 2015 y 2017.
Su salud empeoró en prisión, según sus abogados. Kara-Murza ha pedido en Estados Unidos y países europeos sanciones a altos mandos rusos. En sus últimas declaraciones públicas defendió sus posturas polí-ticas, entre ellas la referente a la ofensiva en Ucrania.