Para dar inicio a la celebración por sus 30 años de trayectoria, la compañía de danza Tándem, encabezada por la coreógrafa y maestra Leticia Alvarado, repondrá hoy en el Teatro del Palacio de Bellas Artes, en única función, una de sus propuestas escénicas más emblemáticas: Cervantes: El trágico sueño de la memoria, “un calidoscopio de sueños y pesadillas” en torno a don Quijote de la Mancha.
Durante esas tres décadas, han sido dos los momentos que han marcado el proceso creativo de la maestra Leticia Alvarado, fundadora de la agrupación.
En un principio, las obras coreográficas de la reconocida creadora escénica estuvieron inspiradas en obras de escritores, poetas, artistas plásticos y dramaturgos. “Mi carrera coreográfica se inició con la agrupación En Movimiento, donde hice mi primera obra de gran formato, sobre Sor Juana Inés de la Cruz. Esa etapa, de composiciones coreográficas inspiradas en otros creadores, duró muchos años”, explicó la también bailarina, en charla con La Jornada.
“En ese momento comprendí cabalmente que el lenguaje de la danza y la literatura son distintos. Antes quería reflejar en la danza exactamente lo que ocurría en la literatura. En esa primera coreografía estaba muy preocupada por llevar a escena el libro Las trampas de la fe, de Octavio Paz, y me preocupaba no abarcar todo lo que era Sor Juana, hasta que me di cuenta de que de lo que podía hablar era de su esencia, que en ese momento, para mí, era la soledad en el contexto que le tocó vivir.
“Así se desarrolló mi trabajo por muchos años, representando la esencia de un tema o de un personaje, donde caben ciertas interpretaciones que no tienen que ver con narrar una historia literaria, sino con sensaciones y emociones”, destacó la maestra Alvarado.
En busca de estilo
En aquellos años, “me identifiqué con autores de biografías. A Sor Juana siguió Frida Kahlo, de la que surgió la también emblemática pieza Frida, un infierno milagroso. Otra coreografía fue sobre el saxofonista Charlie Parker, mediante el cuento El perseguidor, de Julio Cortázar. El dramaturgo Jean Genet inspiró la composición Rosa de hierro. Virginia Wolf, Leonora Carrington, Vincent van Gogh fueron otras de las figuras que inspiraron alguna pieza. Así encontré mi estilo personal”, reconoció la creadora escénica.
Otra etapa que marcó su creatividad fue la necesidad de hablar de temas sociales, la cual se ve reflejada en una trilogía integrada por las obras Migraciones; El naufragio del sol, sobre el cambio climático, y Humano, acerca de la violencia y la equidad de género. Las piezas fueron compuestas de 2017 a 2019, una por año.
Esa trilogía, explicó Alvarado, son muestra de que, “hoy día, el ser humano está rebasado y no hacemos nada para remediarlo. Hemos vivido con ello tanto tiempo que parece que ya lo normalizamos, desde la violencia de género, pues el número de muertos y feminicidios parece que ya no nos asombra, hasta la cuestión del deterioro del planeta y las migraciones en el mundo, incluyendo nuestro país”.
La coreografía más reciente de la maestra Leticia Alvarado, inspirada en la película colombiana Monos, se titula Luna de barro (2022), y gira en torno a los jóvenes de hoy, que, debido al capitalismo voraz, cada vez tienen menos oportunidades para salir adelante y su vida se vuelve más precaria.
Ruptura y continuidad
A lo largo de estos 30 años, reflexionó la creadora escénica, “uno va cambiando como persona, y por ello se van modificando los intereses creativos; incluso el lenguaje va virando hacia otros lugares. Al principio trataba de romper con la academia y con los cánones establecidos. Posteriormente, con los años, fui retomando lo aprendido de mis maestras y maestros, una especie de ruptura y continuidad”.
En la etapa más reciente, “trato de aprovechar los sabios conocimientos que tienen los bailarines. No es como antes; ahora, con Internet y las redes sociales, los bailarines tienen contacto con diversos contenidos y con los mejores creadores y artistas del mundo, de tal manera que adquieren formas de apreciar la danza y otras artes, que antes no teníamos. Es importante aprovechar ese conocimiento que tienen hoy los jóvenes”.
Para dar inicio a la celebración de la compañía de danza Tándem por su 30 aniversario, se presentará hoy en única función, a las 20 horas, en el Teatro del Palacio de Bellas Artes Cervantes: El trágico sueño de la memoria, obra creada ex profeso para ser interpretada en dicho escenario, con el fin de aprovechar la mecánica teatral del recinto, “incluyendo las plataformas y los tiempos que suben y bajan”.
Esta coreografía, concluyó Leticia Alvarado, tiene que ver con la mente de don Quijote, con los monstruos que enfrentó, los cuales pueden ser los nuestros. También invita a creer en la transformación del ser humano, en la esperanza, en el sentido de la lealtad y en la justicia.