La reserva natural estatal protegida Sierra Montenegro (7 mil 724.85 hectáreas) está invadida de asentamientos irregulares en Yautepec y Jiutepec, Morelos; invasores y algunos ejidatarios que se ostentan como dirigentes sociales promueven y venden terrenos en esta área ecológica donde han encontrado una mina de oro a costa del medio ambiente, denunciaron autoridades estatales.
No descartan que en esta compraventa ilegal de predios estén involucradas las autoridades de dichos municipios, encabezados, respectivamente por los alcaldes Rafael Reyes y Agustín Alonso, ambos del partido Morena, por la impunidad con que actúan algunos de los vendedores.
La Jornada recorrió los puntos invadidos de la reserva natural –que abarca territorio de los municipios de Jiutepec, Yautepec, Emiliano Zapata y Tlaltizapán– en compañía de Rodrigo Arriaga, director del área natural protegida Sierra Montenegro, decretada como tal en 2008.
Arriaga refirió que desde hace 10 a 15 años, en esta región, ubicada en el tramo carretero Cañón de Lobos-Cuernavaca-Cuautla, se han edificado de manera ilegal unas 150 viviendas en Yautepec, la mayoría precarias.
Mientras, en la comunidad y ejido Chapultepec, municipio de Jiutepec, se han erigido unas 150 casas en las mismas condiciones, tanto dentro del área ecológica como en las inmediaciones; algunas de las casuchas ya cuentan con energía eléctrica que les proporciona, con largos cableados, la Comisión Federal de Electricidad.
Vendedores del medio ambiente
Durante el recorrido se observó en el ejido de Chapultepec, municipio de Jiutepec, a un grupo de personas, entre ellos un ex integrante del comité ejidal, que medían terrenos aparentemente para su venta. Cuando se percataron de la presencia de este medio de comunicación y del funcionario, les gritaron que salieran de sus terrenos.
A la entrada a la zona ecológica, marcada por dos pilares, la lona en que se advertía que se trata de una reserva natural protegida y que no se puede vender y mucho menos construir casas, sembrar cultivos o cambiar el uso de suelo, había sido arrancada por los invasores.
Una camioneta estacionada dentro del área natural protegida tenía el siguiente anuncio: “Se venden terrenos baratos 200 metros cuadrados de contado desde 200 pesos por metro cuadrado, en facilidades: enganche 10 mil pesos y 36 meses de mil 500 pesos. Se venden 15 mil metros cuadrados desde 40 pesos por metro cuadrado. 100 por ciento legales posesión inmediata informes: 777 7898113”.
Un ex integrante del comité ejidal y otra persona medían parte de la superficie con una cinta o lazo; junto a ellos había unas seis personas.
En las inmediaciones del área natural protegida, conocidas como la ampliación de la colonia Loma Bonita de Jiutepec, hay decenas de casitas de lámina; por ser una zona alta, tienen vista panorámica hacia el centro de Jiutepec y parte del oriente de Cuernavaca.
Estas viviendas, a decir de Rodrigo Arriaga, se multiplican por acción u omisión de las autoridades municipales que han permitido su construcción, lo que, dijo, paulatinamente daña la reserva natural y contamina los manantiales.
El funcionario precisó que en Yautepec han detectado casas precarias y otras con cimientos en Loma Larga, Loma Caudillo del Sur y Lomas Tetillas.
En Lomas Tetillas se observó a seis campesinos, cada uno en predios distintos, sembrado maíz y árboles frutales –cultivos que perjudican la flora y fauna de la zona porque son ajenos a la vegetación local– y realizando fumigaciones.
Rodrigo Arriaga explicó la forma de operar de algunos invasores, presuntos ejidatarios o vendedores fraudulentos: primero siembran o meten ganado; después construyen una casita y llegan a vivir algunos de ellos; después venden el predio y así comienzan los asentamientos humanos irregulares en esa zona, donde, de acuerdo con la Ley de Equilibrio Ecológico estatal, están prohibidos.
El funcionario estatal alertó que la invasión de áreas naturales se ha agudizado y continúa porque presuntos ejidatarios de Jiutepec o Yautepec están otorgando constancias de posesión, la mayoría “falsas”.
Señaló que con estas acciones, sea o no con la complicidad de autoridades locales, “promueven que sigan llegando más personas, a sabiendas de que son asentamientos humanos irregulares”.
Puntualizó que todo lo que hagan los invasores en esta zona protegida es “ilegal” y puede ser objeto de una denuncia penal por delitos ambientales.
Arriaga pidió a los ayuntamientos referidos y al gobierno de Morelos, encabezado por Cuauhtémoc Blanco poner un alto a esta ilegalidad y a la ciudadanía no adquirir terrenos en zonas restringidas.
Llamó a las autoridades ejidales, municipales y estatales a hacer un frente común para detener los asentamientos humanos, debido a que ya hay repercusiones como la escasez de agua y alteraciones en el clima de la entidad.
Destacó que el área natural protegida Sierra Montenegro es un pulmón muy importante para Cuernavaca y municipios conurbados, así como una zona de recarga de mantos acuíferos que surten de agua a los habitantes de Morelos y Guerrero.
Además, los tres manantiales ubicados en Emiliano Zapata (El Zapote, El Chihuahuita y El Salto) proveen de líquido a los habitantes de los municipios de Tlatizapán, Xoxocotla y Zacatepec.
En esta área protegida existe una gran diversidad de especies de flora, como guayacán, amate negro y amarillo, orquídeas, cazahuates, pochote, guamúchil, copal, cactus, y de fauna, como el tigrillo, el jaguarundi, el tlacuache, la zorra, el cacomixtle y el coyote, entre otras.