Ciudad de México. A ocho años del feminicidio de Yesenia Quiroz, Mile Martín, Alejandra Negrete y Nadia Vera, y el homicidio de Rubén Espinosa, sólo tres personas han sido sentenciadas a más de 300 años de prisión, pero “hay más, por lo que exigimos a la Fiscalía General de Justicia resultados”, demandaron familiares.
En la develación de una placa con los nombres y rostros de los jóvenes frente al número 1909 de la calle Luz Saviñón, donde ocurrieron los hechos, lamentaron que muchas pruebas “ya no están”.
Ante ello, se presentó una denuncia contra el ex procurador general de Justicia Rodolfo Ríos y ex subprocuradores para que sean investigados, y de detectarse que “encubrieron a alguien o a algún grupo, sean sancionados penalmente, no sólo administrativamente”.
Las tres líneas de investigación que se siguen son delincuencia organizada, trata de personas y política, por el activismo de Nadia y el oficio de fotoperiodista de Rubén, que “se logró se considerara gracias a la presión de los familiares”.
Sin embargo, “muchas pruebas que hubieran llevado a vincular a personas del gobierno de Veracruz en ese entonces se han desvanecido, y la versión de la ex procuraduría de que sólo había tres autores de los hechos, impidió que se avanzara en las investigaciones”.
Pruebas contundentes
Con los videos y la información obtenida, junto con los familiares, de lo ocurrido el 31 de julio de 2015, supimos que había otros dos participantes, señaló.
En las llamadas telefónicas que hicieron, dijo, “se nota que hubo una red de comunicación en la que participaron al menos 10 personas, pero resulta que las pruebas que podrían darnos su identidad se desvanecieron”.
Ante ello, “este lunes acudiremos a la Fiscalía General de Justicia para exigir justicia, porque no vamos a permitir que sus muertes queden impunes y en el olvido, ya que fueron más de tres los que participaron en el asesinato múltiple”, afirmó Indira Alfaro Hernández.
La mamá de Yesenia señaló que “es difícil darnos cuenta que la autoridad sigue ocultando información para esclarecer este caso, pero vamos a seguir luchando para lograrlo, porque hay más posibles autores intelectuales que acabaron con los sueños de estos jóvenes”.
Minutos antes de un ritual para recordarlos, Rubén Espinosa, padre del fotoperiodista, expresó que “ya son ocho años luchando para que se haga justicia, de aguantar este dolor y hacerme fuerte, porque me arrebataron a un hombre que sólo buscaba hacer el bien”.
Tras los gritos de “¡justicia!”, familiares, amigos e integrantes de colectivos participaron en los diversos talleres que se desarrollaron y en la función especial de la película A plena luz. El caso Narvarte.