Moscú. El presidente en turno del Grupo de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) y mandatario sudafricano, Cyril Ramaphosa, manifestó a su anfitrión, Vladimir Putin, que los países africanos no vinieron (a la cumbre Rusia-África celebrada en San Petersburgo, el jueves y el viernes anteriores) a pedir que Rusia les haga regalos, y lo instó a que se reanude de inmediato el llamado pacto de los cereales del mar Negro.
Ocurrió la noche del viernes, durante la cena que mantuvo el titular del Kremlin con los representantes de los siete países que formularon la iniciativa de paz de África en relación con la guerra de Ucrania, y se conoció de la versión estenográfica pública de la plática de los comensales, que tuvo a bien distribuir el servicio de prensa de la presidencia rusa minutos antes de las 12 de la noche.
De acuerdo con ese texto, al hacer uso de la palabra en nombre de sus colegas, Ramaphosa señaló: “En sus intervenciones en el foro, usted (Putin) se refirió a varias de nuestras propuestas. En particular, habló de los cereales. Nosotros hemos propuesto cumplir la iniciativa alimentaria del mar Negro, es indispensable abrir esa vía de embarques, queremos que esté abierta para los mercados mundiales”.
Y agregó: “No vinimos aquí a pedir que nos regalen nada. Entendemos que por su generosidad usted decidió suministrar gratis granos a algunos países africanos que tienen algunas dificultades y lo tomamos con gran respeto; sin embargo, no es este nuestro mayor objetivo aquí, nuestra principal tarea aquí no es conseguir suministros de ese tipo (donaciones)”. Después de este párrafo, se corta la conversación y la discusión continúo a puerta cerrada. Antes, el líder sudafricano defendió la necesidad de poner fin a la guerra mediante negociaciones.
Afirmó: “Tiene usted toda la razón cuando dice que nosotros ocupamos distintas posiciones respecto de este conflicto (la guerra en Ucrania), pero todos coincidimos en una cuestión esencial: que este conflicto tiene que resolverse mediante negociaciones, mediante el diálogo, y estamos de acuerdo con usted en que ésta es la mejor manera de avanzar”.
El anfitrión repitió los argumentos que defiende desde el 24 de febrero de 2022, cuando dio la orden de invadir Ucrania: que Estados Unidos, al apoyar un “golpe de Estado” en Ucrania, convirtió ese país en un “instrumento para agredir a Rusia”; que Moscú quería resolver el problema por la vía pacífica, pero lo engañaron; que Rusia quiere negociar, pero Ucrania no sólo se niega, sino que “hasta aprobó un decreto que lo prohíbe”; que Rusia aceptó no atacar Kiev “como le pidieron” para facilitar la firma del alto el fuego y después Kiev no quiso firmar el acuerdo de paz “ya casi listo”, pero que no puede dar los detalles, pues “sería poco ético” revelar el contenido de las conversaciones.
“Ustedes –afirmó Putin refiriéndose a sus huéspedes africanos– nos acusan de violar la Carta de la Organización de Naciones Unidas (ONU). No estoy de acuerdo. Nos vimos obligados a reconocer la independencia de algunos territorios (la tercera parte de Donietsk y Lugansk), firmamos con ellos tratados de amistad, cooperación y asistencia mutua, con base en estos tratados atendimos su pedido de ayuda en plena concordancia con el artículo 51 de la Carta de la ONU. Por tanto, no hay aquí ninguna violación de la Carta de la ONU”.
Y el presidente ruso explicó a los líderes africanos: “Al desintegrarse la Unión Soviética, Ucrania se volvió país independiente con base en su respectiva Declaración, que establece claramente que Ucrania se proclama un Estado neutral, y para nosotros esto tiene una importancia capital. ¿Para qué Occidente empezó a atraer a Ucrania hacia la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte)? No lo comprendemos. Porque precisamente eso crea, en nuestra opinión, una amenaza fundamental a nuestra seguridad, dado que es inadmisible que un bloque militar, hostil hacia nosotros, se aproxime a nuestras fronteras”.
Ramaphosa, en nombre de sus colegas, respondió: “Con base en su explicación, entendemos las raíces de este conflicto, comprendemos cómo y cuándo comenzó. Pero nosotros queremos apoyar los procesos de paz en todo el mundo. Resulta que este conflicto (la guerra en Ucrania) nos afecta de modo directo. Ya le hemos dicho que este conflicto incide en problemas en materia de seguridad alimentaria (hay escasez de alimentos, subió el precio de los fertilizantes, aumentó el costo de la vida en muchos países, enumeró) y consideramos que restablecer la paz está en interés de la humanidad, así como de los pueblos de Rusia y de Ucrania”.
Y remató, insistiendo: “Consideramos que este conflicto tiene que resolverse por la vía pacífica”.
Esta cumbre Rusia-África también aprobó varios documentos –una declaración conjunta, declaraciones sobre la prevención de la carrera armamentista en el espacio, sobre cooperación en materia de seguridad internacional de la información, sobre lucha contra el terrorismo, así como un plan de acción del foro de cooperación Rusia-África entre 2023 y 2026–, una labor encomiable de las respectivas diplomacias, en 57 cuartillas con planteamientos inapelables.
Otro ataque en la capital
En tanto, tres drones ucranios atacaron hoy (tiempo local) Moscú, dejando un herido y daños a dos torres de oficinas, informaron autoridades locales.
El Ministerio de Defensa confirmó a la agencia de noticias TASS que uno de los aparatos fue destruido y otros dos fueron “reprimidos” antes de alcanzar su objetivo, el cual no se precisó.
Moscú y sus alrededores, a unos 500 kilómetros de la frontera ucrania, pocas veces han sido objetivos en la conflagración con Ucrania, pero este año han sufrido varios ataques de drones.