En el contexto del Día Mundial contra la Trata de Personas, que se conmemora hoy 30 de julio, la organización civil Brigada Callejera de Apoyo a la Mujer destacó que ha apoyado a diversas sobrevivientes de este delito y ha documentado que las entidades con más víctimas de explotación con fines sexuales son Puebla, Tlaxcala, Veracruz, Chiapas y Oaxaca.
Las mujeres “son enganchadas con promesas laborales, robadas, drogadas para ser sustraídas de sus lugares de origen” y también son captadas a redes sociales.
La agrupación destaca el caso de María, quien fue robada cuando tenía 20 años, en la plaza principal de su pueblo ubicado en Veracruz. “Era el mes de julio del 2001 cuando un hombre la interceptó y acoso, aunque ella se negó el sujeto la siguió. En un momento de descuido cuando la joven caminaba rumbo a su casa, la subió por la fuerza a un coche”.
La violencia física y verbal fue lo primero que María vivió; horas más tarde el hombre que la robo abusó sexualmete de ella en un hotel de paso, de inmediato llegaron las amenazas por parte del individuo que aseguró que su familia ya no aceptaría a la joven por lo que había pasado, además, la amenazó con matar a sus hermanos.
A los pocos días del rapto María convenció a su agresor de dejarla hablar por teléfono con su familia, en la llamada tuvo que fingir que se había ido por su voluntad con su pareja y así inició la historia de aparentar ser la esposa de alguien con quien nunca tuvo una relación de noviazgo o se casó, pero sí la raptó y por casi 14 años la sometió a la trata con fines sexuales.
Tenancingo, Tlaxcala fue el primer destino al que María llegó para ser víctima de trata con fines sexuales, luego Tijuana, siguió Puebla, la ahora Ciudad de México y por periodos cortos de tiempo los Estados Unidos. La joven llegó a otro país siendo indocumentada y en tres ocasiones fue deportada, su agresor la cruzó de manera ilegal para seguir utilizando a María cómo mercancía de fines sexuales y casas de citas.
“A los siete años de sobrevivir como víctima de trata María quedó embarazada de su agresor y empezó un nuevo sometimiento que tenía de por medio a su hijo, aunque suplicó por su libertad su agresor le dijo que esta llegaría luego de cinco años de seguir ofreciendo servicios sexuales de los cuales él tenía las ganancias, pero esta vez su destino era con mayor frecuencia en los Estados Unidos. La madre, al ser obligada a prostituirse en otro país se perdió varios momentos de la crianza de su hijo”.
El niño presenció en varias ocasiones los golpes que su madre recibía por parte de su padre, por eso cuando ella le dijo que iba a dejarlo decidió irse con ella. Un descuido de su agresor, al tener que cuidar de su padre hospitalizado, fue la oportunidad que María aprovechó para obtener su libertad.
Un cliente de María la motivó a escapar de la trata, y ella recuerda que cuando lo hizo tenía en mente lo siguiente: “Si voy a morir lo haré luchando, y no de manera cobarde, si tenía que morir escapando, al menos lo intente, pero al final salió todo bien y ahora soy una mujer libre”.
Su caso no está contabilizado en cifras oficiales; ella nunca denunció lo ocurrido, debido a que en varias ocasiones presenció cómo su agresor sólo era detenido unas horas y regresaba a someter a lo que él llamaba “sus mujeres”.
María ayudó a una joven de 16 años que llegó a su casa y era víctima del hijo mayor del sujeto. La menor fue engañada a traves de Facebook. “Ella no debía tener el mismo destino que yo, así que le aconsejé que hablara con sus padres para decirles la dirección de donde se encontraba.
Nunca le dije que yo estaba sometida para prostituirme, pero me sentí en paz al ayudarla para no tener mi destino”, explica María, que ahora ejerce libremete el trabajo sexual.
Elena es otro caso de trata con fines sexuales, hace más de 30 años y con tan sólo 15 años de edad le prometieron ser mesera en una pozolería en su pueblo ubicado en Chilpancingo,Guerrero. Aunque en realidad la metieron a una cantina a ofrecer servicios sexuales en contra de su voluntad, durante seis meses la sometieron a tomar alcohol y a prostituirse.
Ayer, previo al Día Internacional contra la Trata de Personas, integrantes de Brigada Callejera salieron a las calles de La Merced a realizar brigadas informtativas y a distribuir historietas que brindan información sobre la prevención de este delito.
Los cómics también llegaron a manos de comerciantes y transeúntes. Además, a las trabajadoras sexuales que laboran en la avenida Anillo de Circunvalación.
Elvira Madrid Romero, presidenta de la Brigada Callejera de Apoyo a la Mujer, mencionó que la Merced es la zona más grande de trabajo sexual de Latinoamérica. Ella reconoce que ahí, lamentablemente, “también es un lugar donde se realiza trata con fines sexuales”.
La brigada de información contra la trata fue a manifestarse a las afueras de dos hoteles de la zona, que las trabajadoras sexuales independientes han identificado como espacios donde ocurré el delito de trata de personas con fines sexuales.
Brigada Callejera de Apoyo a la Mujer, E.M, A.C mantiene una campaña de cómics contra la trata que se recopilan en el libro La trata no es cuento: Disfruta, aprende y actúa. Cómics contra la trata. La campaña de cómics contra la trata inició en 2004 y van 20 títulos, disponibles en la página de la asociación.
Uno de los títulos de la campaña de cómics es Trata por internet, que busca visibilizar los distintos mecanismo que utilizan los traficantes de personas con fines sexuales para enganchar a jóvenes. “La publicación busca prevenir esta práctica entre la niñez y la juventud e informar a padres y madres, así como a personal docente sobre esta práctica”.
Brigada Callejera de Apoyo a la Mujer ha enfocado sus esfuerzos en los últimos años a combatir la trata de personas a partir de la reflexión sobre la posibilidad de decidir trabajar o no en el sexo.
“Producto de reflexiones sobre el tema por parte de activistas y trabajadoras sexuales a lo largo de 19 años surge el ABC de la trata de personas, texto que parte de la idea de que trabajar en el sexo es voluntad de las personas y no de otros actores.
“Este libro fue escrito por las propias trabajadoras, quienes comparten sus experiencias cotidianas. Parte de los textos dejan claro que las acciones gubernamentales deben estar encaminadas a erradicar las redes de personas que lucran con los cuerpos de otros y garantizar los derechos de quienes venden sexo voluntariamente”.