Durante el primer semestre de este año, la Red Nacional de Refugios (RNR) atendió a 11 niñas que ingresaron a estos espacios de protección a las infancias por ser víctimas de trata o violencia laboral y sexual, señaló a La Jornada Wendy Figueroa, directora de la organización.
Figueroa destacó que por lo general no reciben a menores de 18 años no acompañadas, pero debido a que no hubo espacio para protegerlas, fueron llevadas a la RNR.
En el informe de actividades, la red destaca: “algo importante es que en este periodo 11 niñas de 14 años ingresaron como residentes al refugio ante las violencias sexuales y físicas de las que eran víctimas por parte de hombres con vínculos familiares e incluso por situaciones de trata”.
En el reporte está el testimonio de una niña procedente de Chiapas: “cuando me recogió el DIF me dijo que no podía quedarme, que no había lugar. Me dio mucho temor regresar a casa donde mi padrastro me tocaba (…) mi vida cambió al llegar aquí, ya no tiemblo, como bien y estoy aprendiendo muchas cosas. Aquí sí vamos a demandar a ese hombre que tanto daño me hizo y me quitó a mi mamá”.
En entrevista, Figueroa expuso que “el DIF no tiene la capacidad de infraestructura, aunque es su responsabilidad, y no tanto de los refugios, acompañar y atender a esas niñas víctimas de violencias. No hay lugares, entonces es la sociedad civil la que las cobija. Se han hecho observaciones de que no debemos atender a quienes llegan solas, pero ¿qué pasa con ellas cuando el sistema de protección a la infancia no responde?”.
En el reporte, la RNR detalla que “de enero a junio de 2023 ha brindado atención y acompañamiento integral a 10 mil 204 personas, 87 por ciento son mujeres, a través de los refugios integrantes, centros de atención externa, por teléfono y redes sociales; 6 por ciento reportaron violencia en modalidad feminicida y 5 por ciento sexual.
Sobre el perfil de los agresores, 76 por ciento tienen vínculos militares o políticos, 22 por ciento antecedentes penales, 11 por ciento están relacionados con el narcotráfico y 68 por ciento, alguna adicción.