Córdoba, Ver., Adán Augusto López Hernández, aspirante a la coordinación nacional para la defensa de la Cuarta Transformación, afirmó que “los principios no se venden ni se cambian”, premisa que constituye uno de los legados más importantes del presidente Andrés Manuel López Obrador, con la que se ha construido el movimiento tranformador.
En su segunda visita a Veracruz enlos pasados 40 días, el ex secretario de Gobernación sostuvo encuentros con militantes de Morena y simpatizantes de la 4T en los municipios de Zongolica, Córdoba y Orizaba.
En sus asambleas informativas recordó que desde hace casi dos décadas recorrió esta región junto con el ahora mandatario federal para delinear el proyecto de Nación que hoy está vigente, en el que se han impulsado diversos programas sociales, como la Pensión Universal para Personas Adultas Mayores.
En Córdoba, último punto de su agenda en el estado, Adán Augusto fue enfático al señalar que Vera-cruz tiene mucho futuro y representa un importante bastión para el proceso transformador del país.
Destacó que ésta fue su asamblea número 104 y dijo sentirse “como en casa” en esta tierra cafetalera, donde llamó a sus simpatizantes a conservar y mejorar todo lo alcanzado hasta ahora por la 4T.
Recalcó que el gobierno federal ha generado obra de infraestructura como nunca, sobre todo en el sureste del país, “históricamente olvidado y marginado por todos los gobiernos anteriores”.
Asimismo, el ex funcionario aseguró que “más temprano que tarde, ya pronto, iniciará funciones el Programa IMSS-Bienestar para que en todos los centros de salud haya médicos y medicinas gratuitas”.
Antes, en Zongolica, llamó al templete a un galeno cubano, originario de La Habana, llamado Salvador Rosales, quien, señaló, junto con tres de sus compañeros “han ayudado y han aportado su trabajo y talento para recuperar el sector salud de aquí y que haya mejores condiciones de vida en toda esta región de la montaña de Veracruz”.
Por otra parte, en Orizaba se comprometió a seguir recorriendo el país como hasta ahora, “sin un peso de financiamiento público”, tal y como se lo enseñó su maestro, López Obrador.